- Manuel Saravia destaca la importancia de “ordenar los acontecimientos” a través de las actas de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad que no han sido públicas desde 2002
Han sido muchos años, muchas cifras y muchos detalles relevantes los que fueron conformando el fallido proyecto del soterramiento a lo largo de casi quince años de Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), y es el momento de esclarecerlos. Este miércoles se ha reunido por segunda vez la Comisión de Investigación de la que formamos parte con la intención de conocer cuáles fueron las decisiones tomadas por los miembros del Consejo de Administración de SVAV, reconstruir la historia del proyecto y analizarla para esclarecer los motivos que condujeron a la actual situación de bancarrota de la sociedad y reformulación del proyecto original, así como identificar a las personas y decisiones responsables.
Después de la primera reunión de hace tres semanas (http://bit.ly/2tV5m7e) queremos continuar indagando para sacar a la luz unos años de gestión opaca e irresponsable. Y es que desde su constitución hasta nuestra entrada en el gobierno del Ayuntamiento de Valladolid en junio de 2015, las actas de SVAV y las decisiones que se tomaban en su seno a puerta cerrada permanecieron en secreto, sin que la opinión pública, los medios de comunicación o la oposición política pudieran conocer lo que sucedía a lo largo de tres lustros de gestión.
Hasta el momento contamos con copias no originales de algunas actas de la sociedad y algunos de los principales convenios y documentos más relevantes, pero no son suficientes. Las primera evidencia es la ausencia de varias actas de Consejos de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad en la documentación que el anterior equipo de gobierno dejó en el Ayuntamiento, y que ahora deben buscarse para poder hacer un relato coherente y real de todo el proceso. Una vez compilada de manera rigurosa, el proceso será necesariamente pausado y bien ordenado.
De hecho, es precisamente uno de los aspectos que ha querido destacar nuestro concejal Manuel Saravia una vez concluida la comisión, de la que forma parte junto a nuestra portavoz María Sánchez: “Hay que determinar qué ha sucedido, buscar las responsabilidades, si es que las hubiera, y juzgar el proceso. Más que coleccionar una documentación exhaustiva de muchos años, lo importante es un relato inicial consensuado entre todos los grupos de lo que ha sucedido que nos permita ordenar y avanzar de forma satisfactoria. Una vez establecido esto podremos pasar a solicitar comparecencias de los principales responsables para pedir todas las explicaciones necesarias”.
