Rocío Anguita Martínez

Rocio Anguita Martínez

55 años
Profesora de universidad
Feminista y activista por la escuela pública

«El proyecto de VTLP ha sido un soplo de aire fresco. Otra forma de hacer política que abre puertas y ventanas en una escala controlable, para construir mayorías sociales que trabajen por una ciudad más justa, humana, sostenible, feminista y equitativa.»

Biografía

Nací en medio del olivar, en Torredonjimeno (Jaén), donde pasé mi infancia y adolescencia, estudiando en centros públicos, hasta los 18 años. Marché a estudiar Pedagogía a la Universidad de Granada y allí pasé mis años universitarios empezando a participar en organizaciones estudiantiles unitarias (MIDE, Movimiento de Izquierdas Democrático de Estudiantes) y en la Juventud Comunista de Andalucía en los trepidantes años 80.

Comencé a estudiar mi doctorado entre becas y trabajos precarios hasta que en 1994 llego en Valladolid donde sigo viviendo y he podido desarrollar mi vida personal y profesional. Desde hace más de 25 años soy profesora en la Facultad de Educación y Trabajo Social, haciendo lo que más me gusta, dar clase y aprender con mis estudiantes.

Participación en organizaciones

Milito en IU desde su fundación y soy coordinadora de la asamblea local de Valladolid desde hace 7 años. Como profesora, participo en los movimientos de renovación pedagógica y en las plataformas en defensa de la educación pública.

Como mujer, he participado en varios periodos en la Coordinadora de Mujeres de Valladolid y en diferentes asociaciones feministas. Como trabajadora, soy afiliada al sindicato de enseñanza de CCOO y delegada sindical. También tengo una relación habitual con las organizaciones del tercer sector de la ciudad, con las que trabajo con mis estudiantes, futuras maestras, maestros y educadoras sociales.

Pauta motivacional

Desde el inicio, el proyecto de Valladolid Toma la Palabra ha sido un aire fresco para mí. Otra forma de hacer política que abre puertas y ventanas en una escala controlable, la de la ciudad, para construir mayorías sociales que trabajen por una ciudad más justa, humana, sostenible, feminista y equitativa. Ahí es nada!!

He participado en el proyecto desde su inicio y ahora toca dar un paso al frente. Creo que es necesario arrimar el hombro, aportar conocimientos y experiencias y seguir avanzando en un proyecto ilusionante y sólido, que ha mostrado con hechos que se puede gobernar una ciudad desde otros parámetros, con otras políticas y que hace que cada día vivamos un poco mejor (aunque no tengo claro que podamos arreglar desde el ayuntamiento lo del frío, el único defecto de esta hermosa ciudad)