- Artículo de Alberto Bustos publicado en Delicias al Día el mes de noviembre de 2019
El día a día de los centros educativos es verdaderamente digno de ser visto, conocido y también disfrutado. Los que tenemos hijos e hijas en edad escolar y además tratamos de aportar nuestro granito de arena, sabemos que es importantísima la implicación de toda la Comunidad Educativa para reforzar uno de los retos más importantes que puede tener cualquier sociedad: la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
La participación es un valor fundamental para la formación de una ciudadanía autónoma, libre, responsable y comprometida con su entorno y su comunidad.
La participación de las madres y de los padres así como su implicación en los centros educativos son un elemento clave en el proceso educativo del alumnado. Las familias y las AMPAS no son algo ajeno a los centros. Los progenitores sienten que tienen un papel muy importante en la mejora de la escuela y en todo el entorno que afecta a la educación.
Muchos padres y madres quieren ser protagonistas. No quieren ser meros espectadores en la educación de sus hijos. La escuela y el conjunto de la sociedad necesitan personas activas en su entorno. Personas que se ilusionan y que son capaces de ilusionar. Personas que aportan ideas, tiempo, esfuerzo, propuestas, capacidad de crítica y de autocrítica. Personas que desarrollan sus capacidades y que apuestan por una educación que permita desarrollar todas las capacidades del alumnado. Estas capacidades, puestas en marcha de manera colectiva, son el motor para el desarrollo comunitario en una escuela, en un barrio o en el conjunto de la ciudad.
La Ley recoge alguna de las finalidades de las AMPAS: La colaboración en las actividades educativas de los centros, la promoción de la participación de madres y padres y su derecho a intervenir en el control y gestión de los centros y el acceso a la representación y participación en los Consejos Escolares. Son finalidades esenciales; pero la labor de las AMPAS llega mucho más allá y se ha convertido en un elemento básico para la educación de los escolares.
La tarea que desarrollan en los centros educativos de Valladolid son muy numerosas y muy diversas, también:
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Informan y asesoran a los padres y madres sobre sus posibilidades de implicación en el Centro.
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Informan y asesoran sobre los derechos de las familias.
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Analizan, realizan propuestas y desarrollan acciones para mejorar el funcionamiento de los centros. Colaboran en su mejora junto al profesorado y al alumnado
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Apoyan al alumnado y a las familias en sus necesidades educativas comunes y en las específicas.
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Promueven la calidad educativa
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Fomentan la convivencia de la comunidad educativa. Son acogedoras e integradoras.
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Realizan actividades de carecer educativo que refuerzan los valores y objetivos del proyecto educativo del centro.
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Facilitan las actividades educativas, deportivas y sociales.
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Interactúan con el entorno, con el barrio y con otros centros, para ampliar el espacio educativo y generar comunidad y ciudadanía activa en el centro y fuera del mismo
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Generan participación. Son escuela de ciudadanía
La tarea de las AMPAS es esencial y como tal, debe ser valorada por la comunidad educativa y por el conjunto de la ciudadanía. De hecho, se ha ido volviendo cada vez más importante, merced a los recortes que en materia educativa se han ido produciendo en los últimos años y que hemos ido denunciando permanentemente, en las instituciones, en los centros y en las calles. Por eso entendemos que hay que reconocer y agradecer el trabajo que realizan las AMPAS. Trabajo imprescindible. Trabajo que sujeta los cimientos de la educación y de una sociedad más comprometida. ¡GRACIAS!
