Valladolid Toma la Palabra ha trasladado al resto de grupos municipales, a través de su portavoz, María Sánchez, distintas propuestas para introducir criterios de progresividad en las ordenanzas fiscales para 2017 en el seno de la comisión de progresividad. Tras un detenido estudio de las posibilidades que la ley permite, se ha encontrado margen de actuación para rebajar la carga tributaria a los sectores más humildes y a su vez aumentar la recaudación apoyándose en las rentas más altas.
En la mañana de hoy se ha reunido por segunda vez tras su constitución el Grupo de Trabajo sobre Progresividad de los Tributos Municipales, uno de los compromisos del nuevo gobierno local. El objetivo que persigue es analizar el impacto de la carga tributaria sobre la población vallisoletana en función de su renta y modificar la normativa al respecto para garantizar que se cumple lo mejor posible el principio constitucional de progresividad: que pague más quien más tiene.
Valladolid Toma la Palabra quiere agradecer a los diferentes grupos municipales y a la concejalía de Hacienda su predisposición a estudiar sus propuestas que entre otras cuestiones proponen que las bonificaciones fiscales en el IBI sean mayores cuanta menor renta se tenga. Por ejemplo en las que se establecen para las viviendas VPO a partir del cuarto año, o también para familias numerosas, puesto que la tipología de personas o familias afectadas es muy amplia. Incluso, se propone el estudio de medidas de compensación para familias en riesgo de exclusión social para que pudiera llegar a eliminarse la carga fiscal en materia de IBI.
También se propone a estudio diferenciar la función de los inmuebles urbanos a la hora de establecer el tipo del IBI, puesto que actualmente hay un tipo único. La diferenciación por tipo de uso es una información que actualmente proporciona el Catastro, y la ley permite establecer tipos distintos en función del uso al que estén destinados los inmuebles, centrándose en los de mayor valor catastral. Así lo hacen Madrid, Barcelona o Zaragoza y otros muchos ayuntamientos desde hace años. Actualmente Valladolid establece un tipo del 0,6%, por lo que hay mucho margen hasta el máximo legal del 1,3% para que consigamos incrementar muy notablemente la recaudación de forma justa, de quienes más tienen. Con esta medida el incremento en la recaudación se podría destinar a rebajar el tipo base u ordinario del IBI, recuperar margen de capacidad de inversión, lo que reactivará la economía. Además, permitiría bonificar en este impuesto a las familias en riesgo de exclusión social.
En la siguiente reunión se seguirán analizando el resto de propuestas sobre otras tasas e impuestos.
