
Valladolid Toma la Palabra denuncia que la falta de previsión de la Concejalía de Deportes ha provocado que dos licitaciones para contratar personal de seguridad hayan quedado desiertas
El grupo municipal Valladolid Toma la Palabra ha denunciado este lunes la falta de seguridad en las piscinas municipales de Valladolid debido a la improvisación y la mala gestión de la Concejalía de Deportes, que no ha logrado contratar el servicio de vigilancia privada necesario para garantizar el control en estos espacios públicos durante la temporada estival.
La portavoz del grupo, Rocío Anguita, ha alertado de que, a día de hoy, son agentes de la Policía Municipal quienes están realizando rondas periódicas por las instalaciones, sin poder garantizar una presencia continua en ninguna de las cinco piscinas municipales actualmente abiertas.
“Seguimos sin tener equipos de seguridad en las piscinas municipales. Finalmente está siendo la Policía Municipal la que se está encargando de realizar rondas para mantener la seguridad, pero no pueden estar todo el día asignados a una de las cinco piscinas abiertas al público”, ha afirmado Anguita.
La edil ha responsabilizado directamente a la Concejalía de Deportes, dirigida por el Partido Popular, por haber sacado tarde la licitación del servicio, lo que provocó que la primera convocatoria quedara desierta y que una segunda intentona haya corrido la misma suerte.
“Todo esto ocurre por pura improvisación. La concejala de Deportes debe hacer bien su trabajo y resolver este tema lo más pronto posible. No puede ser que las piscinas se abran en estas condiciones. Es otra más de ir tarde: tarde a las licitaciones, tarde a las contrataciones y tarde para que cuando abramos las piscinas en junio todo esté en orden”, ha criticado Anguita.
Desde Valladolid Toma la Palabra exigen que el equipo de gobierno adopte soluciones urgentes y dé explicaciones públicas sobre este nuevo error de planificación. A juicio del grupo municipal, esta situación pone en riesgo la seguridad de usuarios y trabajadores, y demuestra, una vez más, la falta de capacidad del gobierno municipal para anticiparse a las necesidades básicas del verano.