No hace falta haber sufrido la esclavitud o el colonialismo para entender y rechazar el “tono de superioridad moral” con que en muchas ocasiones habla y se comporta Europa. No es algo nuevo, sino que viene de atrás. Por citar un solo ejemplo de cómo se ha criticado ese desatino, recordemos lo que dijo hace algo más de 50 años Frantz Fanon a propósito del prestigio de Occidente: “aun siendo opresor, Occidente se vanagloria de su superioridad humanista” (Por la revolución africana. Escritos políticos, México, FCE, 1964). Muchas de esas críticas suponen el rechazo de esa perversa idea que acepta los fundamentos culturales de la ordenación económica, pero solo admite poner en cuestión hechos circunstanciales. Nuestra historia, sin embargo, no nos legitima la conformidad acrítica con tal principio.
El corto de Javier Fesser titulado “Binta y la gran idea” (que forma parte de la película “En el mundo a cada rato”, financiada por Unicef en 2007) es expresivo de esa misma confusión en que muchos vivimos en Occidente, pues en él se propone, para mejorar el mundo, la adopción de un niño blanco para enseñarle a vivir en una sociedad que se pretende sostenible, solidaria y sencilla, mediante caminos distintos al nuestro. Insiste el protagonista: “Mi padre dice que debemos aprender del comportamiento de los pájaros. Los pájaros son tan listos que toman lo mejor del norte y lo mejor del sur”.
Aun siendo necesarios no basta, a nuestro criterio, con los programas de cooperación para fomentar una buena relación con las ciudades con menos recursos. El pasado 14 de febrero de 2013 ya se presentó en el Consejo Municipal de Personas Inmigrantes una propuesta en este sentido, consistente en lo que entonces denominábamos “Programa de sensibilización intercultural no centrado en actividades artísticas”. Se trataba de poner en marcha un programa basado en el conocimiento y difusión de buenas prácticas de índole económica, técnica, social, ambiental, etc., de los países de origen de las personas inmigrantes que residen en Valladolid.
Un ejemplo que puede ayudar a comprender la propuesta lo encontramos en el campo del urbanismo. Pues si habitualmente las referencias para diseñar el espacio urbano proceden de un conjunto muy limitado de países (fundamentalmente de Centroeuropa y Norteamérica), hay ejemplos de otros lugares, de algunos de los países de donde proceden las personas inmigrantes asentadas en Valladolid, que partiendo de otras pautas económicas y sociales, y realizados con un coste muy inferior al habitual en nuestra cultura, pueden ser extraordinariamente positivos también para orientar nuestro desarrollo urbano, y podrían constituirse, junto a las habituales ya comentadas, como referencias para nuestra acción. De manera que en el programa que proponemos iniciar ahora se trataría, por tanto, de recoger, mostrar, difundir y, en su caso, aplicar un conjunto de buenas prácticas de todo orden como referencias útiles para la actividad municipal, no solo (aunque también) del campo del folclore o la cultura artística, sino relacionadas con el aprovechamiento de los recursos, la participación social, el diseño urbano, y muchos más.
El término adecuado para definir este tipo de interrelación es, probablemente, el de “interculturalidad”. Julia Kristeva habló de la intertextualidad: todos los textos -decía- son polifonías donde resuenan múltiples ecos de obras anteriores en el tiempo y distantes en el espacio. Y de ahí a considerar que las relaciones entre los lenguajes de otros ámbitos también se interrelacionan e interactúan no hay más que un paso (la “interdiscursividad” que puede afectar a todo). Las alusiones, citas, referencias y otras “copresencias” alimentan los discursos del “inter”: interculturalidad, e incluso “interurbanizar”. Se plantea aquí promover activamente ese mundo de citas y alusiones positivas, poniendo el foco y la mirada en las aportaciones de las ciudades de procedencia de las personas inmigrantes en Valladolid y de los países con menos recursos.
Con este objetivo, la concejala que suscribe esta Moción propone al Pleno de la Corporación la adopción de los siguientes
ACUERDOS
1º. Solicitar a las asociaciones de inmigrantes de Valladolid la presentación de buenas prácticas o ejemplos transferibles a nuestra ciudad en todos los campos de la vida municipal: culturales, sociales, de tecnología “intermedia”, urbanísticos, medioambientales, de seguridad, etc.
2º. Escribir a los ayuntamientos de las ciudades de las que se tenga noticia de actuaciones que podrían ser relevantes para solicitar información sobre tales prácticas e ir constituyendo un catálogo específico intercultural.
3º. Presentar a la Coalición Europea de Ciudades contra el Racismo una propuesta en esta misma línea para conseguir mayor difusión, ampliar su alcance y extender sus efectos.
Valladolid, 22 de julio de 2016
Rosalba Fonteriz García
Concejala del Grupo Municipal
Valladolid Toma la Palabra