- Noticia publicada por Europa Press el 28 de marzo sobre la nueva Ordenanza de Protección Animal
El Ayuntamiento de Valladolid perseguirá el abandono y el maltrato de animales con sanciones que, en los casos considerados como muy graves, podrán llegar hasta los 3.000 euros, según se recoge en la ordenanza reguladora de la convivencia responsable y protección animal de la ciudad, que sustituye a la actual, vigente desde 1998.
La nueva normativa ha recibido este miércoles el visto bueno de la Junta de Gobierno Local, tras lo que deberá pasar por la Comisión de Medio Ambiente para incorporar propuestas antes de su posterior exposición pública y aprobación definitiva en el Pleno.
No obstante, la concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad, María Sánchez, ha destacado que el texto se ha elaborado con la participación de organizaciones protectoras con el objetivo de «caminar hacia la protección de los animales» de acuerdo con una «sensibilidad creciente» en la sociedad.
En este sentido, Sánchez ha señalado que esta normativa supone refrendar a nivel local el Tratado de Lisboa de 2007, que consideró a los animales como «seres sensibles» y la ratificación que el Congreso de los Diputados hizo del Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía.
Se trata, según ha señalado la edil en declaraciones recogidas por Europa Press, de perseguir el maltrato y el abandono, fomentar la adopción y controlar las colonias de gatos callejeros mediante la esterilización de los mismos, a la vez que se prohíbe la alimentación de los mismos más allá de las personas autorizadas para ello, que les proporcionarán agua y pienso seco.
Habrá una captura, esterilización y suelta de gatos asilvestrados y se encargarán de la captura de los animales para su esterilización a fin de prevenir la suciedad y problemas higiénicos que conllevan estas poblaciones, una demanda habitual de los vecinos de los barrios, como ha subrayado María Sánchez.
CENTRO CANINO
Estos animales estarán identificados y serán esterilizados, vacunados y desparasitados en el Centro Canino Municipal para fomentar las adopciones. En 2017 ingresaron en él 401 perros -60 menos que el año anterior- y salieron 335 -108 menos que en 2016-, mientras que en el caso de los gatos, fueron 123 las entradas -202 en 2016- y 166 las salidas -dos más que un año antes-.
Asimismo, para desincentivar la «compra compulsiva» de animales de compañía, se prohibirá a las tiendas que los vendes su exhibición en escaparates, para lo que se establecerá un periodo de transición de seis meses desde la aprobación definitiva de la norma en el que deberán adaptar sus establecimientos.
Por otro lado, se plantea la posibilidad de que los pisos tutelados para mujeres víctimas de violencia de género cuenten con espacios habilitados para estos animales, dado el beneficio anímico que pueden aportar, y se prohíbe su alojamiento en terrazas o vehículos.
Para quienes incumplan estas normas, se establece un régimen sancionador que distingue entre infracciones leves, como la no recogida de excrementos, no limpiar con agua jabonosa las micciones o no comunicar la existencia de perros abandonados, las cuales se castigarán con multas de entre 150 y 600 euros; graves, para quienes dejen atados a sus animales más de ocho horas consecutivas, no les presten atención veterinaria o se nieguen a facilitar la documentación de sus mascotas en el caso de que éstas ataquen a otras personas, con multas de entre 601 y 1.500 euros, y muy graves, cuando se imponga a los animales comportamientos ajenos a su condición animal o se les brinde un trato vejatorio, con multas de entre 1.501 y 3.000 euros.
Algunas de estas medidas ya se contenían en la modificación del reglamento de 1998 que promovió el anterior equipo de Gobierno en 2014. Actualmente hay censados en Valladolid cerca de 30.000 perros como animales de compañía, según los datos facilitados por la concejal. En cuanto a los circos con animales, María Sánchez ha recordado que el Consistorio ya instó a la Junta de Castilla y León a eliminar la excepción en el reglamento contra el maltrato animal que permite esta práctica, ya que es una competencia regional.