- Artículo publicado en Delicias al Día el mes de abril de 2019
Por mucho que algunos pudieran empeñarse en lo contrario, el balance de lo realizado por Valladolid Toma la Palabra en estos años será considerado importante. La puesta en marcha de unos presupuestos participativos, la remunicipalización del agua, el enorme impulso al deporte de base, el Plan de Acción por Contaminación del aire urbano, la Estrategia alimentaria, el Plan general de ordenación urbana, el parque público de alquiler social, el desatasque de áreas industriales, la solución a la permeabilidad a través de las vías férreas (mediante la integración ferroviaria) y desbloqueo del traslado de los Talleres, han sido posibles porque Valladolid Toma la Palabra ha sabido cumplir con su trabajo.
Formando parte del gobierno municipal, ha podido satisfacer simultáneamente la labor de hacer ciudad con el desarrollo de proyectos específicos para áreas concretas o sobre temas determinados; ha sabido participar en el gobierno de la ciudad y en la labor de la administración diaria (en el “día a día”), además de reforzar su papel institucional como formación política ciudadana, de índole decididamente municipalista. Por eso pensamos que puede examinarse cuidadosamente el trabajo realizado. Y ver lo que se plantea para continuar la labor en los próximos años.
Durante este mandato la principal ocupación de la oposición municipal (especialmente la del Partido Popular y de Ciudadanos) ha sido practicar ataques sistemáticos e indiscriminados al gobierno. Al tiempo, eso sí, que decían mostrar su preocupación por determinados asuntos. Pero citar los problemas no es suficiente para resolverlos. Y la realidad es que ninguno de esos grupos políticos ha afrontado nada nuevo frente a los problemas existentes, que se han abordado por el equipo municipal sin su colaboración. Y pensamos, además, que Valladolid Toma la Palabra no solamente ha ofrecido soluciones concretas, sino que algunas de ellas viene aplicándolas desde hace tiempo, y ahora se trataría de desarrollarlas.
Se suele olvidar, por ejemplo, que la gravedad de la situación medioambiental (la expresión “calentamiento del planeta” ha hecho fortuna) exige decisiones claras y firmes. Que se han iniciado, pero que deben consolidarse. Consideramos que también exige una actitud parecida el fortalecimiento de un sistema de participación mucho más amplio y efectivo (últimamente se suele olvidar lo que ha sido la participación en los últimos 20 años). Creemos que solo una actitud concluyente ha permitido poner en marcha la regeneración del 29 de octubre, después de tantos años de proyectos vacíos. Y que pronto se comenzará una actuación parecida en Las Viudas.
Entendemos que la integración ferroviaria se ha comenzado a realizar (hay ya pasos en marcha y alguno ya casi concluido), después de tantos años de promesas sin contenido. El nuevo polideportivo de las Delicias (en el patio del Allúe Morer) está en marcha. Se han reurbanizado en los últimos años más de diez calles en este mismo barrio; y está en marcha el proyecto de la Avenida de Segovia. Se ha aprobado una nueva ordenanza de Protección Animal. Se han multiplicado por diez las viviendas del parque público de alquiler social. Se han incrementado en un 60% las subvenciones a las asociaciones vecinales. Se ha mejorado la actividad y equipamiento de los centros cívicos (en breve contarán con aire acondicionado). Etc. Una serie de tareas, en fin, que deben ser continuadas en los próximos años para conseguir una mejor calidad de vida en la ciudad.
Esto es algo de lo que se ha hecho en las concejalías de Valladolid Toma la Palabra. Pero, tanto en esas mismas áreas como en las demás del gobierno municipal, ¿lo que queda por hacer es solo continuar con lo realizado? Desde luego que no. No nos conformamos. No podemos conformarnos. Lo que queda por hacer es mucho más. Y también complejo y difícil. Porque queda por poner en marcha un espacio de participación que canalice las iniciativas de la cultura colaborativa. Queda por establecer un protocolo de prevención y actuación ante agresiones y acoso sexual. El desarrollo de un rosario de intervenciones urbanísticas tendentes a renovar el entramado urbano. Un programa para dar un cambio estructural a la movilidad en Valladolid dirigido a preservar la salud y recuperar el espacio público (lo que hemos dado en llamar “Valladolid respira”). Poner la cultura y el deporte al servicio de la inclusión de las personas en situación de vulnerabilidad a través de su participación activa. Establecer en la nueva parcela municipal de las Catalinas un laboratorio ciudadano de cultura, participación social y arte, que explore nuevas formas de cogestión de los espacios públicos.
Quedan por promover políticas destinadas a fomentar la economía local a escala humana, el pequeño comercio de proximidad y la economía social. La renovación de la web municipal para facilitar y profundizar la comunicación con y desde la ciudadanía, incorporando bases de datos municipales con licencia libre. Poner en marcha proyectos de “viviendas colaborativas”. Y muchos más proyectos. Pues los temas que debemos abordar en los próximos meses de manera realista son casi innumerables. No menos de 50 grandes cuestiones ocupan la relación que Valladolid Toma la Palabra tiene preparada para abordar dicha etapa. Problemas serios que afectan a grandes sectores, de los que poco o nada se dice habitualmente, quizá por falta de estudios y de soluciones. Pero que son temas sobre los que Valladolid Toma la Palabra tiene ya un proyecto concreto e incluso proyectos ya redactados.
Sabemos que todo ello está íntimamente entrelazado. Los problemas que tenemos que resolver en el inmediato futuro no pueden tener un tratamiento aislado. Sino que hay que solucionarlos desde el profundo conocimiento de nuestra situación interna. Y por si esto fuera poco, deben colocarse en relación con el estado de la región y del gobierno central. De los que somos interdependientes. Por eso pensamos que es demagógico aislar los problemas.
Por otra parte, nada de esto se improvisa. Creemos que es el momento de valorar la experiencia, y en Valladolid Toma la Palabra sabemos lo que ofrecemos. Pues la tarea no está terminada. Pero sobre ello no se está poniendo el acento en el debate público. Pretender centrar todas las discusiones en dos o tres temas es a nuestro juicio una inconsecuencia y un acto de frivolidad política. Por eso pensamos que a la vista de la complejidad de los temas, es evidente que en algunos breves encuentros no se podrá clarificar la posición que cada grupo tiene sobre todos los temas enumerados. De ahí que insistamos en que se organicen debates amplios y que se puedan tratar los asuntos desde la reflexión. Después de haber examinado los datos y conocido los comportamientos, con plena conciencia de todo lo que está en juego.
Pensamos que Valladolid Toma la Palabra sea probablemente la única formación política que cuenta con un planteamiento coherente para abordar la próxima etapa. Dispone de mujeres y hombres con experiencia, honestos y eficaces para acometer las soluciones que se enunciaron antes. Desde la perspectiva de nuestro ideario: la fe en los valores de la igualdad, la participación, la justicia, la libertad y la solidaridad.
Manuel Saravia, María Sánchez y Alberto Bustos, concejales de Valladolid toma la palabra