- Artículo publicado el 18 de octubre de 2017 en El Norte de Castilla
La empresa municipal Aquavall reducirá las cuotas de alcantarillado y depuración, cuando se acredite por parte del cliente que se ha producido una fuga oculta en el interior de su instalación privada. Esta es una de las novedades que la Entidad Pública Empresarial Local Agua de Valladolid (EPELAV), que se hizo cargo el pasado mes de julio de la gestión que realizaba la empresa privada Aguas de Valladolid (Agualid), pondrá en marcha en el año 2018, y con la que pretende aplicar criterios más equitativos para aquellos consumidores de agua que se ven afectados por anomalías en el suministro.
La actual Ordenanza Fiscal ha servido de aplicación durante los últimos años, para que la anterior concesionaria Aguas de Valladolid reclamase importes adeudados. En algunos casos éstos suponían un conflicto de intereses que obligaba a intervenir a los tribunales de justicia o a la Junta Arbrital de Consumo.
La modificación del texto de la Ordenanza Fiscal, acordada por el equipo municipal recientemente, incluye en materia de gestión del agua no solo las bonificaciones de las tasas para unas 2.000 familias con bajos ingresos y para familias numerosas, sino también una regulación de la base imponible en los supuestos de fugas ocultas.
Actualmente, una incidencia en el suministro puede provocar no solo un consumo que no llega a salir por el grifo de cada vivienda, sino un perjuicio medioambiental. «No nos parecía justo que si la persona usuaria no es la responsable de la fuga, o no tiene conocimiento de la misma, se le penalice por ello en la factura», explica María Sánchez, concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Valladolid.
Volumen muy bajo
Desde la gerencia de Aquavall se explica que aunque el volumen de este tipo de fugas es inferior al 0,001% respecto al agua suministrado, sí que genera, por el contrario, un malestar entre los usuarios y algunas veces en empresas y autónomos, que obligan a intervenir a la Defensora del Usuario.
Los datos de la EPELAV contemplan una media de unas 5 resoluciones al mes de reclamaciones que son estimadas en concepto de fugas ocultas. Aunque los importes suelen variar en función de la cantidad de agua ‘fugada’, y del tiempo en que se acomete la reparación de la avería, las cantidades estimadas por Aquavall pueden llegar a superar los 7.000 euros por cuatro incidencias, como ha sucedido el pasado mes de septiembre.
De haberse aplicado en el año 2016 las novedades que entrarán en vigor el 1 de enero de 2018 por fugas ocultas, «el Ayuntamiento habría tenido que bonificar a los afectados entre 25.000 y 30.000 euros», sostiene la edil María Sánchez.
Supuestos y reducciones
La modificación en este aspecto se recoge en el artículo 4 de la Ordenanza Fiscal, que contempla que en los supuestos en los que se produzca una fuga oculta en la instalación interior de los servicios domésticos, el cliente podrá solicitar a Aquavall una reducción del 50% de los metros cúbicos de agua suministrada en concepto de alcantarillado y depuración.
La Entidad Local Agua de Valladolid, por el contrario, mantendrá en firme lo facturado por el concepto de abastecimiento. Para aplicar esta reducción en los metros cúbicos se deberán cumplir una serie de requisitos, como que se tendrá que comunicar por escrito a la concesionaria municipal la incidencia de la fuga de agua dentro del periodo de facturación en el que se produce el consumo anómalo o en el siguiente.
Se establece también la obligación de comunicar a los técnicos de Aquavall cualquier incidencia que conlleve un exceso en el consumo del agua. Estos criterios informativos servirán a la concesionaria para que considere no válidas las reclamaciones recibidas con posterioridad al plazo de facturación. El recibo a bonificar siempre será el primero en el que se detecte el consumo anómalo.
Otro de los requisitos es que el volumen de metros cúbicos facturados del recibo bonificado sea como mínimo 5 veces superior al promedio del volumen de metros de los cuatro periodos anteriores con consumo real. Aquavall solo podrá aplicar la medida reductora con carácter excepcional a un único recibo y alta, y dentro de un periodo de dos años.
Por otra parte, los técnicos de Aquavall tendrán permiso para comprobar la existencia de fugas en la red interior en la red interior, pero que no supondrán coste alguno para el usuario. Por el contrario, el Ayuntamiento solamente aplicará la bonificación del 50% si los técnicos municipales certifican que el exceso de consumo proviene de una fuga oculta, y que ésta no se debe a la negligencia del cliente.
En este aspecto, desde la Concejalía de Medio Ambiente se insiste en que las fugas visibles siempre serán responsabilidad del cliente, que no tendrá derecho a bonificación alguna. Será el usuario el que deberá también asumir los gastos generados por la reparación de la avería al tratarse de una instalación que está en el interior de la vivienda. En este sentido, muchas de las pólizas de seguro de hogar contemplan el hacer frente a estas contingencias.
Finalmente, la modificación aprobada por el equipo de gobierno establece que para tener derecho a la bonificación, el cliente deberá de acreditar, aportando la correspondiente factura, que la reparación de la fuga se ha hecho pero dentro del plazo de 15 días desde que reciba el informe de los técnicos. Aquavall tendrá que certificar que esta incidencia ha sido resuelta dentro del plazo correspondiente.