- Artículo publicado el mes de octubre de 2017 en Delicias al Día
Hay una acción callada, muy poco publicitada, que sin embargo ocupa una parte importantísima del trabajo del Área de Urbanismo (del Servicio de Espacio Público e Infraestructuras). Me refiero a las continuas obras de mejora de calles que, desde que se presentó el Plan de obras (a principios de 2016), viene desarrollando el gobierno municipal. En Delicias, por ejemplo, en los últimos dos años, se han realizado obras de cierta importancia en una decena de calles.
En la calle Carmelo, por ejemplo, se ha realizado una obra de reordenación del espacio, dejando una calzada de un solo carril (3 metros de rodadura y aparcamiento de 2 m.), y distribuyendo el espacio restante en dos aceras de unos dos metros y medio. Además se ha sustituido en parte la red de alcantarillado y abastecimiento que discurre bajo ella. Una obra muy significativa, por tanto, y bastante costosas. Pues contó con un presupuesto de algo más de 245.000 euros.
La calle Arribes del Duero también ha sido objeto de actuación. En ella se ha sustituido el pavimento afectado por las raíces de los árboles por albero en la parte ajardinada, reparando a su vez los pasos peatonales y las zonas peatonales interiores. El presupuesto ascendió en este caso a los 80.000 euros. En la calle Sevilla la obra consistió también en la reordenación “de la sección”, dejando una calzada de un solo carril (3,25 m. de rodadura y aparcamiento de 2 m.), distribuyendo el resto del espacio con dos aceras de 2,25-2,30 m. También se sustituyó la red de abastecimiento. El coste de la obra fue ahora de 148.000 euros.
En la Avenida de Madrid se modificó la mediana y la ubicación de los pasos de peatones en la zona más próxima al arco de ladrillo. Era una obra muy demandada. Su presupuesto fue de 68.000 euros. La calle Vizcaya fue objeto de una actuación consistente en la conformación de una calzada de 3,80 m. de rodadura y aparcamientos en línea (de 2 m de anchura) y batería (de 4,5 m.), según el tramo que correspondiese. Las aceras, de 2,4-2,5 m. Y se sustituyó, como tantas veces, la red de agua, dado su estado de conservación. Presupuesto, en este caso, de 118.000 euros. En Caballería también se ha reordenado la sección de la calle, con calzada de un carril (3,20 m), aparcamientos en línea (2 m) y aceras de 2,30 m en un lado y 3,40 m en el otro. Se han sustituido las redes de alcantarillado y abastecimiento. El presupuesto: 240.000 euros.
Solo entre esas seis actuaciones el gasto ha sido de 899.000 euros. Un presupuesto importantísimo de obras de urbanización en Delicias, en los últimos dos años, que debe incrementarse si se tiene en cuenta que también se ha actuado en la calle Zanfona (reparaciones) o en la glorieta de encuentro entre la Avenida de Segovia y la ronda interior (enlace carril bici). Y alguna más.
En general, como se ve, son diseños sencillos, consistentes fundamentalmente en reducir calzadas y ampliar aceras. Hay casos mucho más complicados, como el previsto ahora para la calle Pedro García Lobato. Pero siempre buscando la mejora de la movilidad peatonal y el aspecto general de la calle. Naturalmente, las necesidades y las peticiones vecinales son muchísimo más amplias. Pero es bueno conocer el coste para valorar lo que es posible hacer.
En Valladolid hay del orden de 1.800 calles, plazas y travesías. La media de intervenciones al año es de unas 20 calles. Y hay que tener en cuenta, como hemos visto, que cuando se actúa en una vía, muchas veces hay que hacerlo también en las redes, de manera que no es fácil rebajar los costes.
En este año se han puesto en marcha los presupuestos participativos, que han de servir también para que se valoren las actuaciones que se llevan a cabo. El mecanismo de corresponsabilidad en la elección de algunas obras parece muy apropiado, pues debe insistirse que más importante que señalar defectos o posibles mejoras es saber priorizar las que resulten más convenientes.
Y hacerlo con discreción. Suele acusarse a los cargos públicos de su interés por aparecer en los medios de comunicación y “vender” las realizaciones. Pero lo cierto es que ninguna de las obras antes señaladas ha sido objeto de ninguna “inauguración” ni nada parecido. Al contrario: cuando la obra ha estado concluida, simplemente se ha puesto en uso, sin más. Como tampoco se han inaugurado, por ejemplo, las obras realizadas en Parquesol o en el puente del Poniente. Son actuaciones calladas que van mejorando el espacio urbano, con discreción.