- Artículo de opinión de María Sánchez, portavoz del Grupo Municipal Valladolid Toma la Palabra, publicado en El Día de Valladolid del 4 de febrero de 2022.
Nunca habíamos tenido a todo el país tan pendiente de Castilla y León. Así de primeras puede parecer buena cosa, pero está sirviendo para poner de manifiesto cuáles son los prejuicios hacia esta tierra. La puesta en escena y muchos comentarios parecen querer evocar un mundo rural de antaño que poco tiene que ver con la realidad actual de nuestros pueblos. Y no digamos con las ciudades en las que vivimos la gran mayoría de habitantes de Castilla y León.
Se elige a terneras y ovejas como principal escenario para las ruedas de prensa y se hacen comentarios sobre pueblos en los que “tenían que beber vino porque no había agua”. Se pasean por los pueblos dirigentes que aparecen por aquí disfrazados de lo que piensan que es la indumentaria habitual castellana, pero no pueden ocultar su pinta de pijos de La Castellana. Da la sensación de que desde Madrid algunos nos ven como un lugar pintoresco anclado en los tiempos de la posguerra. Como si vinieran de fin de semana a una casa rural buscando una experiencia de contacto con el mundo de antaño. La despoblación como parque temático.
Entiéndase bien lo que quiero decir: hay que poner en valor nuestras raíces y tradiciones, pero tenemos que renegar de su caricatura. Una caricatura que se deriva de una forma de hacer política en la que nuestra tierra parece no ser más que un protectorado madrileño. Me comentan que algunas formaciones políticas ni siquiera dejan que los candidatos locales se relacionen demasiado con los medios, porque solo les interesa que entrevisten a las “grandes figuras”.
En el fondo es coherente con una convocatoria electoral que no tiene nada que ver con los problemas de nuestra comunidad, sino que ha sido pensada para hacer la precampaña a Pablo Casado. ¿Dejaremos que nos usen solo como decorado o reclamaremos nuestro papel como protagonistas?
Castilla y León es mucho más plural, no cabe en los estereotipos en los que pretenden encajarnos. Y solo desde la aceptación y comprensión de esa pluralidad seremos capaces de avanzar y afrontar los problemas que llevamos arrastrando durante décadas.