- El Consejo de Urbanismo ha dado el visto bueno, sin ningún voto en contra, a la modificación del Plan General pese a las reticencias de la Junta y del Ministerio de Justicia
Un espacio singular, plazas conformadas hace más de cinco siglos, con palacios y edificios históricos, que transitan a diario miles de personas en la ciudad y que apenas sí nos recuerdan el breve período en el que nuestra villa fue sede de la corte. Hoy la amplia explanada que conforma el entorno de San Pablo es, además, un espacio infrautilizado civil y culturalmente y que, sin embargo, atesora enormes potencialidades para revitalizar la ciudad.
Uno de esos elementos es la futura Ciudad de la Justicia, un proyecto que plantea integrar en un único espacio en torno a la plaza todas las instalaciones judiciales de la ciudad, evitando la dispersión entre la sede de la Audiencia -en la calle Angustias- y el resto de instalaciones, tal y como planteaba el anterior equipo de gobierno con su propuesta de trasladarlas al barrio de Girón.
Tanto la Junta de Castilla y León como el Ministerio de Justicia han mostrado una inexplicable resistencia a este proyecto, que planea reutilizar la parcela del colegio ‘El Salvador’ y ampliarla hacia el espacio no edificado del antiguo Hospital Río Hortega, para acoger el resto de dependencias judiciales. Es una apuesta del equipo de urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid, con Manuel Saravia al frente, por una ciudad compacta ecológicamente -que no devore territorio innecesariamente, sino que sepa crecer hacia dentro, desarrollándose en sus propios intersticios- y amable socialmente -en la medida en que facilitará, por cercanía y funcionalidad, las gestiones administrativas de la población-.
La opción de mantener las instalaciones judiciales en el centro de la ciudad y, además, en el mismo entorno urbano que las existentes, es una medida defendida, también, como elemento revitalizador de la actividad comercial y turística, evitando el vaciamiento del centro, y potenciando igualmente la reapropiación para sus habitantes. No hay que olvidar que, además de este proyecto, el PGOU plantea, en un espacio histórico y central, intervenciones en la Plazuela de San Pablo (o del Palacio) y en el Palacio Real y Plazuela de las Brígidas (o de los Leones), a las que se sumarán las intervenciones del Ministerio de Cultura en el entorno del Museo de San Gregorio.
El empeño de la anterior corporación por trasladar las sedes judiciales a la parcela entre Villa del Prado y el barrio de Girón ha lastrado este proyecto por catorce años, con problemas que incluían el embargo del edificio del colegio de ‘El Salvador’ y la permuta de la parcela, cuyo IVA se negaba a asumir el Ministerio de Justicia. Con la actual propuesta, cuyo visto bueno del Consejo de Urbanismo hemos conocido hoy, se demuestra que un modelo de ciudad más cercana y amable resulta, además, mucho más barata para las arcas municipales.