- Reportaje de El Norte de Castilla sobre la Concejalía de Medio Ambiente de nuestra portavoz María Sánchez publicado el 22 de julio
Tener conciencia ecológica contribuye además a aligerar las facturas energéticas. Lo ha podido comprobar en los últimos años el Ayuntamiento de Valladolid, que tras sustituir luminarias y racionalizar horarios de funcionamiento ha conseguido que su gasto en electricidad disminuya desde los 52,1 millones de kilowatios del año 2012 hasta los 37,1 de 2017. Esa rebaja del 28,78% del consumo, traducida a euros, supone 2,5 millones de ahorro, según las estimaciones del equipo de Gobierno municipal.
Una reducción que se ha conseguido a base de invertir en el cambio de las luminarias, tanto en los edificios municipales como en el alumbrado público, según explica desde la Concejalía de Medio Ambiente María Jesús Ruiz, directora del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad. «Las luminarias se han ido cambiando en los edificos municipales a led. En Casa del Barco –sede de la Concejalía– se empezó en 2012 y ya está completamente cambiado el sistema. El año pasado se hizo también en varios centros cívicos y colegios. Cada año se sustituye el modo de iluminación en distintos edificios, así como en el alumbrado público en el que se va interviniendo», señala.
Por si esto fuera poco, algunos edificios municipales cuentan con paneles solares que, a diferencia de los más antiguos, no van ‘a red’, sino que son capaces de surtir de energía al edificio al que pertenecen. «En el Centro Cívico Juan de Austria ya es todo led y además se han colocado sensores de presencia y luminosidad y hay autoconsumo con placas solares. El Ayuntamiento de Valladolid tenía instalaciones en los colegios y polideportivos, pero eran a red, como en Auvasa. Las últimas instalaciones son de autoconsumo. Por ejemplo, en Casa del Barco, Servicio de Limpieza, tres centros cívicos…», señala Ruiz.
El Ayuntamiento de Valladolid, además, fue de los primeros en apuntarse al registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción, creado en el año 2014. El objetivo era que empresas e instituciones públicas pudieran someterse a una auditoría para conocer cuál es su ‘huella de carbono’. Una evaluación que se realiza cada año y en la que los organismos participantes reciben un sello nacional. Hay tres, Calculo, Reduzco y Compenso. Puede otorgarse el de Calculo –para quienes se someten voluntariamente a examen, con un plan de reducción de emisiones incluido–, o bien combinado ese mismo sello con el Reduzco o con el Compenso; o en su máxima categoría, con el triple sello.
Sello medioambiental
El Consistorio vallisoletano ha conseguido uno de los 8 sellos dobles de Calculo y Compenso que se han otorgado, de entre los 626 de toda España. 32 han logrado el de Calculo y Reduzco y 6, el triple sello nacional.
El Ministerio define el sello obtenido por Valladolid como el que recibe quien «ha calculado su huella de carbono para el año 2017 –en este caso–, y ha compensado sus emisiones (total o parcialmente) a través de un proyecto inscrito en la sección de ‘proyectos de absorción de CO2’ o bien, mediante otras reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero reconocidas por el Ministerio». Recuerda, además, que los cálculos de la huella de carbono «y la transacción emisiones-absorciones» han sido validados por el propio Ministerio.
El año pasado, el Ayuntamiento de Valladolid obtuvo la triple corona. El sello reduzco se consigue, sin embargo, solo cuando se disminuye el consumo respecto a los cuatro años anteriores. Como en 2017 las emisiones han repuntado ligeramente, aunque sean más bajas que hace unos años, esta vez no cuenta con esa certificación. En este caso le ha penalizado al Ayuntamiento algo que no depende puramente de él. Es lo que se conoce como factor de emisión. El Ministerio de Agricultura adjudica a cada productor eléctrico (en este caso,Iberdrola, que es quien suministra al Ayuntamiento) un factor por el que se multiplican las emisiones. «Si el año ha sido lluvioso, el salto hídrico es menor y se quema más carbón», explica María José Ruiz. Hay que recordar que el año 2017 fue de los más secos que se recuerdan en la historia reciente de Valladolid, mientras que 2018 está siendo muy lluvioso. Así, el Ministerio le ha adjudicado a Iberdrola un factor de emisión de 0,28, por los 0,12 que se le otorgó en 2014.
Así que aunque ha habido menor consumo, no se ha reflejado en el nivel final de emisiones. Otra opción para minimizar este apartado en contratar con empresas renovables.«En ese caso el factor de emisión es cero, porque la energía es eólica o solar».
En el caso del gas tampoco ha habido fortuna a la hora de rebajar la factura. Se ha bajado algo, unos 94.500 euros anuales de ahorro tras rebajar un 5,22% el consumo desde el año 2012. Sin embargo en este caso, aunque se ha comenzado a trabajar en la sustitución de calderas por otras más eficientes, se depende mucho de la climatología.
Renovación de calderas
«El año pasado se cambiaron 10 calderas en centros escolares y este año, otras tantas. Si quitas calderas con 25 años de antigüedad y pones otras nuevas, mejora la eficiencia. También en el caso de que se utilice biomasa, pero los edificios municipales, por lo general, son pequeños para utilizar este sistema», aclara María José Ruiz. La Universidad de Valladolid, por ejemplo, impulsó una calefacción central por biomasa para los Campus Miguel Delibes y Esgueva, a la que se han conectado otros edificios de la Junta situados en su entorno. El Ayuntamiento de Valladolid se somete cada año a esta auditoría para medir su huella de carbono. Además, desde 2010 mide, cada dos años, la misma huella pero de toda la ciudad. Solo hay 25 ayuntamientos de toda España que se han inscrito de forma voluntaria en este registro de la huella de carbono, según datos del Ministerio.
Soto de la Medinilla, un proyecto para absorber emisiones
El sello Compenso es complejo de obtener. «Para poder tener proyecto de compensación tienes que tener unos años en los que ese parque –creado como proyecto de absorción de emisiones– no haya sido utilizado. Durante treinta años no se va a tocar nada de lo que se ha plantado y es aprovechamiento nuevo», explica María José Ruiz. Esta normativa se inicia en 2012, por lo que el Ayuntamiento de Valladolid no pudo aprovechar los parques plantados en los años 2011 y 2012. El sello Compenso ha llegado por los 18.000 árboles con los que se reforestó la zona de Soto de la Medinilla, en la zona norte de la capital, más allá de la ronda.
*Noticia original de El Norte de Castilla.