- Manuel Saravia defendió en el Pleno Municipal nuestra moción para retirar el símbolo del escudo de la ciudad, un cambio que no supondría ni un céntimo de dinero público
Poco a poco, de manera lenta pero inexorable con el avance de los años, se ha podido ver en Valladolid. La Ley de Memoria Histórica sigue su paso y el mejor ejemplo de ello son hitos como el de la retirada de nombres de calles franquistas o derribo del monumento a Onésimo Redondo. Pero debemos seguir adelante en el cumplimiento de la legalidad y por ello llevamos este miércoles al Pleno, de manera conjunta con Sí se Puede, una moción para retirar la Cruz Laureada del escudo de la ciudad de Valladolid.
Y las palabras de Manuel Saravia en este sentido no pudieron ser más claras en el Salón de Plenos. “Podemos ser cobardes, mantener la Laureada y esperar a que el tiempo actúe y caiga en el olvido. Pero a día de hoy es un símbolo vivo de que, hace 80 años, unos vallisoletanos asesinaron a otros. Eliminarla se trata de un acto de justicia”.
Es una realidad, la historia dicta que la Laureada que envuelve al escudo histórico de la ciudad es un símbolo de la sublevación franquista y una celebración de la guerra. No es ni mucho menos representativo de otros valores que los que se citan en el decreto de otorgamiento. Por no hablar de la legalidad en sí misma, como también recordó Saravia.
«La sentencia del Tribunal Superior de Justicia no dijo que el Ayuntamiento de Valladolid no deba eliminar la Laureada. Es un símbolo franquista que podemos y debemos retirar: es una acción de reparación y justicia para miles de personas represaliadas y asesinadas». Y pese a la insistencia de la oposición, retirar este símbolo franquista del escudo de Valladolid no supondría gastar ni un céntimo en material municipal, ya que el escudo nuevo se iría imponiendo a medida que vaya pasando el tiempo mientras desaparece el antiguo. Un método implantado en la propia Diputación de Valladolid, quien ya ha decretado quitar también la Laureada de su escudo, o en la Comunidad de Navarra.
Así las cosas, nuestra propuesta para retirar la Laureada se encontró con la oposición de PSOE, quien sugirió simplemente, rechazar el decreto que la impuso en 1939, sin ningún efecto legal, y que no avanza en el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Desde luego, y desde el Ayuntamiento, seguiremos luchando porque esta se cumpla.