- Aquavall sustituye las conducciones de agua potable en San José y Álvarez Taladriz para evitar reventones como los de octubre. Artículo publicado en El Norte de Castilla el 7 de noviembre de 2017
Las riadas registradas durante la última semana de octubre en las calles San José y Álvarez Taladriz, fruto de cuatro reventones sucesivos de antiguas tuberías de fibrocemento, han llevado a la empresa municipal Aquavall a evitar los tradicionales parches y adelantar su plan de choque de sustitución de las obsoletas conducciones por las más modernas de fundición dúctil en sendas vías al completo.
Los operarios comenzaron ayer mismo los trabajos, que mantendrán cortadas sendas vías a la circulación durante «aproximadamente un mes». Las obras de renovación de las conducciones subterráneas de agua potable y de las acometidas alcanzan a un tramo de más de 180 metros de la calle San José, en toda su extensión entre el paseo del Arco de Ladrillo y la calle Gabilondo; mientras que en el caso de Álvarez Taladriz se tata de 125 metros lineales, entre la avenida de Irún y el cruce con la calle Toreros. Los operarios, en ambos casos, retirarán los tramos de fibrocemento para colocar tuberías de fundición dúctil de 150 milímetros de diámetro.
El coste de la inversión superará los trescientos mil euros si se tiene en cuenta que solo en Álvarez Taladriz ya estaban presupuestados los trabajos en 236.844 euros, al estar incluida esta vía en la lista de obras prioritarias de Aquavall para renovar las tuberías de fibrocemento en 52 calles durante los años 2018 y 2019, con un coste de 1,7 millones.
Trabajos simultáneos
Los operarios ya repararon los tramos dañados por los reventones registrados los días 23, 24, 25, en el marco de la mecánica habitual, pero la empresa decidió después renovar al completo las redes en sendas vías. En la calle San José, sobre todo, para evitar reventones como el que el 21 de julio y el 23 de octubre llegaron a inundar el vestíbulo y los negocios de la estación de autobuses. En la calle Álvarez Taladriz, la única de las dos incluida en la citada lista de obras urgentes, después de que sumara media docena de roturas de tuberías en los últimos dos años, tres de ellas de manera consecutiva.
Así que las máquinas tanto de la propia compañía pública (Aquavall) como de la empresa que tiene adjudicadas las labores de conservación municipales (Zarzuela) trabajan en paralelo en sendas calles para retirar sus redes completas de tuberías de fibrocemento y colocar las modernas de fundición dúctil, un material más duradero y que soporta mejor los vaivenes meteorológicos.
El fibrocemento aún está presente en casi un tercio de la red de tuberías de agua potable de la ciudad, que conforma una malla subterránea de 622 kilómetros, con una antigüedad media de 26 años y tres meses, ya que fue el material más utilizado para esta finalidad durante decenios. El tiempo fue demostrando que no era el más adecuado al tratarse de unas tuberías que sufren especialmente los cambios de temperaturas y de presión y los movimientos del terreno. Esto último explica el grueso de los reventones que, por decenas, ha venido sufriendo la red de tuberías de fibrocemento. Dos calles de la ciudad dirán ahora adiós a un material obsoleto y, en teoría, a las fugas este mismo mes.