Si pensamos en refugio, pensamos en un lugar de protección. Si pensamos en personas refugiadas, pensamos en personas que están huyendo de sus hogares, de su vida, en búsqueda de estabilidad y para no plantearse si cada día será el último, porque lo último que se pierde es la esperanza.
Hablamos de un drama, el de las guerras y la persecución, que no queda lejano ni en el tiempo ni en el espacio, y que está obligando a infinidad de personas a elegir entre una posible muerte en el mar y la incertidumbre de la supervivencia. Hemos blindado nuestras fronteras y nos estamos empezando a blindar de prejuicios para no ver la realidad.
De poco sirven los derechos humanos si no nos permiten salvar vidas o proteger a las personas más vulnerables que huyen de la guerra. El viaje no es fácil; cada día llegan noticias de niños y niñas que desaparecen, mujeres que sufren violaciones o personas que sufren, hacinadas, el rigor invernal.
Desde Valladolid Toma la Palabra promovimos que nuestra ciudad se uniera a la red de ciudades refugio, aunque el estado español aún no ha cumplido sus compromisos. Ahora nos unimos a la Marcha Europea por los Derechos de las Personas Refugiadas que tendrá lugar en más de 40 ciudades del Estado, convocada por la plataforma ciudadana Bienvenidos Refugiados España, y en muchas más en toda Europa, para exigir a los gobiernos europeos un pasaje seguro y la defensa de los derechos de las personas refugiadas que llegan a Europa.
Porque no podemos mirar hacia otro lado, por los derechos de todas las personas, nos vemos el sábado 27 de febrero a las 12.00 en Fuente Dorada.