La candidatura de Valladolid Toma La Palabra, encabezada por Manuel Saravia, considera que lo primero es conocer la situación que sirva de referencia para realizar propuestas. Algunas organizaciones, como Cáritas, estiman que en Valladolid hay más de dos mil personas que viven en habitaciones subarrendadas. Se habla de casos de hacinamiento, llegando incluso a conocerse alguna vivienda compartida por 40 personas. Desde hace años hay asentamientos de infravivienda en algunos puntos de la ciudad aún no urbanizados. Tampoco se conocen bien las cifras de desahucio (en el conjunto del Estado aumentaron el año pasado un 17%), a pesar de la gran incidencia que siguen teniendo estos procesos. Y desde luego existe una amplísima necesidad de vivienda que no se refleja en las listas oficiales de demandantes. Con todo, en estas listas aparecen varios miles de personas que necesitan acceder a una vivienda, en alquiler o en propiedad.
Tampoco existe un análisis completo y suficientemente pormenorizado de las características del parque de viviendas vallisoletano. No están bien cuantificadas, localizadas y caracterizadas las necesidades de rehabilitación. Ni las viviendas vacías. A pesar de contar con un Plan de Vivienda y Suelo reciente (donde sorprendentemente no figuraba la palabra “desahucio”: tal era la preocupación que les suscitaba el asunto) nunca se ha realizado el cálculo de las necesidades de vivienda en Valladolid, por más que se haya demandado desde los colectivos sociales y la oposición. Se trata de un trabajo inexcusable y urgente.
Por su parte, la Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo de Valladolid (VIVA SL), que es el instrumento administrativo creado para atender al cumplimiento del derecho a la vivienda de toda la población, incumple absolutamente tal objetivo. Se ha venido dedicando a la rehabilitación de algunas zonas, pero también (incluso en los últimos años) a la creación de nuevo suelo urbanizado para albergar viviendas nuevas (última operación: Avenida de Burgos, antiguos terrenos de Metales Extruidos), sin establecer un plan de suelo y vivienda dirigido a atender a quienes no pueden acceder a una vivienda en el mercado libre. Cuenta con un parque de 141 viviendas en alquiler, y un conjunto de 12 viviendas para lo que se denomina “Viva social”. Por su parte, la Concejalía de Bienestar Social cuenta con algo más de 44 viviendas para el programa de “alojamientos provisionales”. Son unas cantidades exiguas en relación a las necesidades que con seguridad existen.
Valladolid Toma La Palabra pondrá en marcha cinco actuaciones que engloban a su vez medidas concretas.
1ª) Respecto al mantenimiento de las viviendas actuales y evitación de los desahucios, Valladolid Toma La Palabra, tras reunirse con miembros de Stop Desahucios, ha convenido poner en marcha un plan de acompañamiento a las personas desahuciadas de su vivienda y negociar y presionar a las entidades financieras para que, a cambio de suelos que el Ayuntamiento intenta vender desde hace años, pueda garantizarse el mantenimiento de los actuales hogares en sus viviendas. Además el Ayuntamiento se posicionará públicamente a favor de que las SAREB y las entidades financieras, comenzando por aquellas que han sido rescatadas por fondos públicos, cumplan con sus obligaciones de servicio público destinando viviendas vacías de su propiedad al alquiler social. Además reclamará al gobierno central la dación en pago retroactiva y promoverá la adhesión de otros Ayuntamientos a esta medida para elevarla a la FEMP (Federación Estatal de Municipios y Provincias).
2ª) Sobre la infravivienda y necesidades de vivienda de los hogares que no tienen posibilidad de acceder al mercado de viviendas protegidas, se formará un amplio parque público de vivienda en alquiler social, constituido por centenares de viviendas existentes incluyendo las que actualmente posee VIVA. Los residentes no abonarán en ningún caso cantidades superiores al tercio de sus ingresos.
3ª) Respecto a las personas que quieren cambiar de vivienda, Valladolid Toma La Palabra promoverá el desarrollo de los suelos vacantes existentes en la ciudad consolidada, según el actual planeamiento – por ejemplo La Florida-, evitando la creación de nuevas áreas (suelos urbanizables) fuera de la ciudad.
4ª) Valladolid Toma La Palabra fomentará el alquiler a través de la creación de una oficina similar a la extinta Revival, de intermediación y gestión entre propietarios e inquilinos, estableciendo condiciones tanto de precio como de garantías mutuas, para otorgar buenas seguridad al arrendador y al arrendatario.
5ª) Se pondrá en marcha un Plan de Rehabilitación General de la ciudad, que contemple el conjunto del parque urbano a corto, medio y largo plazo, sin limitarse a actuaciones singulares.
Finalmente Valladolid Toma La Palabra para llevar a cabo las anteriores propuestas concentrará el conjunto de actuaciones en la Sociedad de Vivienda y Suelo (Viva), cumpliendo sus objetivos fundacionales poniendo por delante el derecho a la vivienda en todas sus actuaciones y siendo una entidad permeable estableciendo cauces de intervención de la sociedad civil en las políticas que desarrolla. En ella se redactará y gestionará un nuevo Plan de vivienda y el citado Plan de rehabilitación general, y se dirigirá la Oficina de alquiler. Además la aportación municipal a esta sociedad debe enjugar el déficit de 670.000 euros del pasado año y evitar nuevos problemas financieros.