Será un conjunto de paseos arbolados que se definirán siguiendo los ejes de la ronda VA-20, el Canal del Duero, el río Esgueva o la Acequia de Valladolid
La evidencia de la emergencia climática obliga a tomar medidas de adaptación, además de las destinadas a reducir emisiones causantes del efecto invernadero para que nuestra ciudad y sus habitantes estemos mejor preparados para las condiciones climáticas extremas que ya estamos sufriendo.
Para ello, Valladolid Toma la Palabra propone en su programa electoral el diseño y la creación de una red de Paseos Verdes alrededor de la ciudad, espacios de estructura lineal que incluyan senderos a pie y ciclista, que funcionen, apunta la candidata a la alcaldía María Sánchez, como «refugios climáticos pero también como infraestructuras verdes que atemperen el clima en su interior».
Estas arboledas servirán también como lugares de ocio y esparcimiento, dotando así a la ciudad de una red senderos de paso y vías ciclistas que conecten el centro urbano con el anillo de parques periurbanos y éstos entre sí. Será un conjunto de paseos arbolados que se definirán siguiendo los ejes de la ronda VA-20, el Canal del Duero, el río Esgueva o la Acequia de Valladolid y cuyo propósito es múltiple.
Por un lado, servirá para conectar los espacios naturales que actúan como reservorios de biodiversidad con los que cuenta la ciudad y por otro lado esta propuesta de Valladolid Toma la Palabra ayudará a reforzar los nuevos parques forestales del Cerro de San Cristóbal, Fuente Amarga, Cuesta del Tomillo y la zona verde en el actual cuartel de San Isidro, que se ejecutarán en la próxima legislatura, y que van a completar el cinturón verde de Valladolid junto con el Pinar de Antequera, el Cerro de las Contiendas o el Parque Forestal de Fuente el Sol y los grandes ejes de las riberas del Pisuerga, Canal de Castilla y el río Esgueva.
Este conjunto de zonas verdes, junto con la red de paseos que Valladolid Toma la Palabra propone diseñar van a suponer un verdadero pulmón para la ciudad que no solo insuflan biodiversidad y oxígeno sino que sobre todo proveen de esparcimiento, paseo y reconexión con la naturaleza para las personas que vivimos demasiadas horas al día con el asfalto y el cemento como único paisaje.
«Unas verdaderas infraestructuras verdes que proporcionarán a la ciudad una mayor capacidad de resiliencia ante el cambio climático, constituyéndose en auténtico ‘refugio climático’ en malla para atemperar el microclima local y soportar los elementos climáticos extremos como las olas de calor», señala María Sánchez.
Para que esta red de paseos cumplan sus objetivos de refugio climático, corredores ecológicos y vías paseables y ciclables, deben contar con unas características técnicas determinadas. Contarán con una anchura suficiente de entre 30 y 50 metros, para permitir una cobertura arbórea densa que proporcione sombra, refugio para la fauna y reduzca la temperatura ambiente.
Estarán dotados de numerosos microhábitats que proporcionen diversidad paisajística y ecológica, y una selección de especies arbóreas y arbustos adaptados a las condiciones climáticas locales y con reducidas exigencias hídricas como son las especies forestales autóctonas.
«Al ser espacios de tránsito entre lo rural y lo urbano, contarán con una adecuación urbanística ‘blanda’, que por supuesto facilite la accesibilidad y seguridad de las personas, pero que se integre de forma armónica en el paisaje circundante», afirma la candidata a alcaldesa María Sánchez.
