- El concejal de Deportes atiende las preguntas de ‘Rugby en Blanco y Negro’ en la última parte de esta legislatura, haciendo balance de lo conseguido y con ideas para el futuro
¿Qué ha supuesto para usted enfrentarse al reto de dirigir una concejalía, como es la de Participación Ciudadana, Juventud y Deportes, con tanta actividad como tiene, durante estos casi 4 años?
Para mí ha sido muy gratificante. Creo que, antes de nuestra llegada a la Concejalía el deporte en Valladolid ya funcionaba bien, con muchas cosas positivas, pero también con un margen de mejora importante tanto en la élite, como en el deporte base, en el escolar o en las instalaciones.
Hemos emprendido un camino muy interesante de la mano de los clubes, de la gente de los centros educativos o de las federaciones, muchas veces protagonistas anónimos del deporte de Valladolid. Cualquier iniciativa ha ido consensuada con todos porque son los que más saben de deporte en Valladolid.
¿Sigue habiendo margen de mejora?
Por supuesto. Nunca hay que conformarse. Las cosas se han hecho razonablemente bien, aunque seguro que alguna más despacio de lo que nos hubiese gustado. Se ha ampliado el abanico en todas las categorías, firmando convenios con casi 20 clubes de élite de todos los deportes, que trabajan con tranquilidad con un respaldo transparente por parte municipal, en otros ámbitos más allá del económico.
¿Cuál ha sido su momento más dulce como concejal?
No sabría qué decir, porque ha habido eventos muy mediáticos, como la primera final de la Copa de SM el Rey en el José Zorrilla, o algunos ascensos de equipos de la ciudad. Pero me quedaría con algunos momentos vividos en clubes de base, cuando vas a ver a equipos y clubes, o con el deporte escolar. Esos momentos son muy gratificantes y muy dulces. Desde la base es lo más gratificante.
¿Y el más amargo?
Cuando las cosas van más despacio de lo que nos gustaría. Algunas instalaciones que nos hubiese gustado tener acabadas mucho antes, pero que se han retrasado por la enorme cantidad de procesos burocráticos que conllevan, quizá eso es lo peor, cuando van muy lentas y es difícil hacerlas ir más rápido.
¿Hay algo que se haya quedado con ganas de hacer en relación con el deporte de Valladolid?
Hay margen de mejora en todo, y es interesante seguir creciendo. Creo que me quedo con que tengo ganas de consolidar todo lo que estamos haciendo. Me queda la espina, por ejemplo, de no haber podido traer a Valladolid los Europeos de Gimnasia de junio porque el espacio anexo al Polideportivo Pisuerga aún no era municipal por aquel entonces, debido al concurso de acreedores del antiguo CB Valladolid. Ahora ya podremos construir esa instalación de apoyo a Pisuerga para que esto no suceda de nuevo.
Valladolid, Ciudad del Deporte. ¿Cada día un poco más? ¿Qué pasos faltan por dar para acabar de conseguirlo, o para consolidarnos en esta posición?
Sí, cada día lo somos un poco más, y crecemos en todos los ámbitos deportivos, estamos mejor que hace tres años. El deporte de élite ha crecido mucho, con títulos y ascensos, pero sobre todo en la consolidación de estructuras directivas. Pero es que en el deporte escolar hemos pasado de 9500 niños y niñas a 13500, superando además las niñas a los niños. Además, hemos incorporado a algunos centros que antes no estaban en el calendario del deporte escolar.
Junto a mejoras en el deporte base, extensión de instalaciones a los barrios de la ciudad, mejoras de instalaciones por más un importe de 6 millones de euros y el incremento en el número de eventos, importantísimos en el aspecto económico, como nos han reconocido los profesionales hoteleros, son los sólidos cimientos con los que cuenta nuestro deporte. Tenemos que seguir en esta línea de trabajo, pero tenemos que tener en cuenta la economía.
Pepe Rojo está de estreno: elevador para personas con discapacidad en la grada principal, nuevo campo de hierba artificial… ¿Qué cree Alberto Bustos que le falta a la que muchos consideran la ‘Catedral del rugby español’?
Antes de fijarnos en qué falta, quiero destacar que vamos siguiendo una hoja de ruta que nos marcamos con los dos clubes de la ciudad en las primeras semanas de la legislatura. Ahí vimos el margen de crecimiento del rugby en Valladolid y en España, empezamos a pensar en grandes eventos que se tradujeron en las finales de la Copa del Rey, y, vimos cómo, yendo todos de la mano, se podía ir mejorando.
En primer lugar, nos ocupamos de la mejora de la grada, del nuevo campo que estamos a punto de inaugurar, y también de otros temas como la accesibilidad, el transporte, y el impulso a eventos de base y a grandes eventos. Creo que han sido tres años y medio muy buenos para el rugby de Valladolid.
Ahora se trata de consolidar lo que hemos hecho con un crecimiento del rugby en el panorama nacional, sobre todo por parte de la Liga Nacional de Rugby, con una presencia mediática importante y con impulso por parte de todos. Valladolid es una referencia en el rugby nacional, y el crecimiento tiene que ir más allá de nuestra ciudad. Tenemos que mejorar para que haya cada vez más jugadores y jugadoras, seguir creciendo día a día.
¿En qué modo cree que ayudaría a esa mejora el ascenso de Autoconsa El Salvador a la Liga Iberdrola?
Mucho. Porque nos daría mucha presencia mediática, haría que muchas chicas se animasen a probar el rugby, y también a consolidar la presencia de la mujer en el deporte. Tenemos que esforzarnos todos para que las chicas, una vez que llegan a una edad de 15 o 16 años, no abandonen el deporte, como ocurre en muchas ocasiones. Si encuentran referentes y espejos, podemos conseguirlo. El deporte es importantísimo para conseguir estos logros sociales.
¿Hay algún proyecto en mente del concejal, o de algún otro miembro de la Corporación, para la instalación de Pepe Rojo?
Reitero que tenemos que ir de la mano de los clubes, que nos plantean necesidades, y nosotros las acogemos de acuerdo con la disponibilidad presupuestaria. Tenemos un reto inmediato como son los accesos a Pepe Rojo, que se han mejorado con la VA-30, pero que tienen que seguir con una mejora en el transporte público y con una rotonda de acceso en la VA-140, que es de titularidad de la Junta de Castilla y León. Creo que esa mejora en los accesos y el transporte nos puede llevar a una mayor afluencia de público e incluso de jugadores que se animen a probar e ir a entrenar. Puede parecer poca cosa, pero es muy relevante y ayuda mucho a la instalación.
¿Cuál fue su primer contacto con el rugby?
Estudiando en el instituto Zorrilla probé en su equipo, con 15 años. Era alto y fuerte -igual de alto, pero más fuerte que ahora-, pero me enfoqué más en el baloncesto, aunque acabé siendo bastante malo. En rugby quizá también lo hubiese sido, pero nunca se sabe… Años más tarde iba a partidos de los dos equipos a Pepe Rojo, y ver con pasión las retransmisiones del V Naciones en TVE 2.
Le voy a hacer ahora una pregunta que ya le hicimos al alcalde hace unos meses, para que nos ofrezca su punto de vista personal: ¿Cuál cree que puede ser la evolución del rugby vallisoletano en los próximos años?
Creo que la evolución está siendo muy positiva, pero depende mucho de la Asociación de Clubes y del futuro que tenga. Tenemos un rugby muy consolidado, con una base muy sólida, pero tenemos que dirigirnos a ese fortalecimiento de la Liga. Es una lástima no haber conseguido ir al Mundial, y tenemos que enfocarnos en ir de la mano todos: Federación, clubes, administraciones y medios de comunicación. Si se consigue, tenemos ante nosotros unas posibilidades muy grandes.
Tenemos ejemplos muy cerca: en Francia no es extraño ver estadios con 30 o 40000 personas, en Italia lo han ido consiguiendo con esfuerzo y tiempo, ¿por qué no lo vamos a conseguir en España? El crecimiento, abanderado por Valladolid, puede ser importantísimo. Con la final de la Copa de SM el Rey demostramos que el rugby puede ser un deporte de masas.
También, en aquella entrevista que tuvimos con Óscar Puente, se hablaba mucho de la no elección de la ciudad como sede de la final de la Copa del Rey, eligiendo a Valencia. Meses después se organizó la final de la Liga Heineken en Zorrilla, con aproximadamente la mitad del aforo del estadio cubierto. ¿Alberto Bustos lo considera un fiasco?
No. Ni éxito ni fiasco, se hizo lo que era posible en una semana. Partiendo de la base de que el rugby aún no es un deporte de masas, se necesita calentar el ambiente, un periodo prudencial para vender las entradas. Además, tuvimos lluvia toda la semana, y poco tiempo. Creo que podría llegar a calificarse de éxito, viendo la escasa diferencia que hubo con Valencia, que tuvo muchísimo tiempo para preparar todo y muchos impulsos que les ayudaron. Con el tiempo que tuvimos, de una sola semana, creo que fue un éxito. Y claro, está la comparación con la final de 2016 que, de no haberse dado, hubiese hecho de esta final de la Liga Heineken un bombazo.
Desde la Concejalía y la Fundación Municipal de Deportes ¿se plantea volver a Zorrilla con rugby? ¿Sería un inconveniente para ello el hecho de que el Real Valladolid haya retornado a Primera División?
Claro que se puede volver, pero bajo unas circunstancias excepcionales como finales o partidos relevantes, que se puedan preparar con tiempo y en los que RugbYa esté interesada. Desde el Ayuntamiento no tenemos que ir por delante de los clubes, sino que tenemos que ir de la mano y hemos funcionado a demanda de las necesidades. Si se da el momento propicio se hará como siempre, dialogando con todos: Federación, clubes, Real Valladolid y Ayuntamiento. No creo que el hecho de que el Real Valladolid esté en Primera sea un inconveniente. Si hay interés, nos pondremos a trabajar de inmediato.
¿Podríamos hablar de un partido de la Selección en Zorrilla?
Yo estaría encantado. La Selección femenina ha venido a Pepe Rojo a jugar contra Irlanda y contra Hong Kong. Estamos abiertos a que el XV del León venga a Valladolid. Tuvimos la oportunidad hace un tiempo de jugar contra un rival internacional de peso, pero las condiciones económicas nos lo complicaban. Nuestra clave es la austeridad, y no vamos a perder la cabeza por un evento deportivo. Se pueden hacer muchas cosas con poco dinero, y buscamos más una rentabilidad social que la rentabilidad de un gran impacto mediático, porque somos responsables de cuidar hasta el último céntimo del dinero público, que no es nuestro.
Hablemos un poco de un hecho que tiene algo preocupados a los aficionados. ¿Qué va a ocurrir con la venta de cerveza con alcohol? ¿Volverá, o es una prohibición definitiva?
Yo no descartaría una vuelta a la situación anterior, pero no está en manos del Ayuntamiento. Cada vez que voy a Pepe Rojo hay alguien que me pregunta qué ocurre, pero la normativa no es municipal, sino estatal. La única posibilidad es ajustar la Ley del Deporte en el ámbito autonómico. Poco más podemos hacer desde el Ayuntamiento que lo que hemos hecho hasta ahora, suavizando los horarios al máximo posible. Pero quiero dejar claro que no ha sido una decisión municipal, y desde el Ayuntamiento estamos trabajando junto con los clubes para que se solucione con algo en firme lo antes posible.
¿Cuál es la mayor fortaleza que cree que tiene nuestro deporte?
Su gente, la enorme cantidad de personas alrededor de los clubes, desde la base hasta la élite, con las directivas, las familias, los técnicos… Han sabido contar con gente que ha pasado por el deporte y no se ha desvinculado, sino que se ha implicado, y es muy importante en los procesos actuales. Cualquier día en Pepe Rojo te encuentras con varias generaciones de personas implicadas en el rugby, junto con empresas y administraciones
¿Qué importancia tiene el rugby para Valladolid, para el Ayuntamiento, para la Concejalía, y para la Fundación Municipal de Deportes?
Mucha, porque para Valladolid el deporte es cada vez más importante. A nivel económico es el mayor generador. A nivel social es una herramienta importantísima para la integración y para la mejora de la vida de la ciudad. Ayuda mucho también a la imagen de Valla- dolid. En particular el rugby es muy relevante por la masa social que mueve, y porque es un deporte muy bien considerado, como garante del objetivo fundamental que tiene el deporte como consolidador de valores.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los aficionados vallisoletanos a nuestro deporte?
El mensaje me lo transmiten a mí ellos casi cada día, pero sí que afirmo que tenemos que seguir yendo de la mano, que hay que impulsar la Liga Nacional, y que no tenemos que perder nunca la esencia del rugby. Por mucho que se crezca, lo fundamental está en la base. Yo aprendo día a día viéndolo, y puedo garantizar el apoyo al rugby desde la base a la élite, pasando por las instalaciones, y buscando cosas nuevas, como el salto al deporte escolar.
Ahora, para acabar, le voy a pedir que use un poco la imaginación y se deje llevar. Hay una partida por la que se puede invertir en una infraestructura deportiva, sin poner en riesgo las cuentas municipales. ¿Cuál sería su sueño por cumplir?
Para no contradecirme, sentarme con los dos clubes, hablar de necesidades y especificar un calendario de actuaciones. No me dejaría llevar por una obra muy trascendente y mediática, porque no necesariamente tiene que ser lo mejor. Creo que no cambiaría mi forma de proceder. Hacerlo con varias cosas estoy seguro de que daría mejor resultado que en una sola obra.