Una mesa, un par de sofás y buena compañía son los mejores mimbres para tejer una conversación de las que importan. Y buenas conversaciones, diálogos profundos a tres bandas sirvieron el viernes 13 para reflexionar sobre el Valladolid que nos merecemos en un salón de actos abarrotado que quería asistir a la presentación a la ciudad de la candidatura de Valladolid Toma La Palabra.
Cinco charlas con las que diagnosticaron algunos de los retos más sugerentes a los que se enfrenta nuestra ciudad. El acceso a la vivienda, la cultura de base, la participación social, la atención social o el estado del pequeño comercio local fueron los contenidos que se abordaron en esta tarde previa al fin de semana.
De dos en dos, la candidatura de Valladolid Toma La Palabra desgranó desde el escenario los ingredientes de esa ciudad soñada. Los acompañaba en cada caso un vecino o una vecina de la ciudad que, en primera persona, completaba el análisis con sus vivencias y el día a día de personas que creen, que creemos, merecer un futuro mejor y un ayuntamiento más cercano, más volcado en resolver nuestros problemas y no en crearlos.
Presentados por Paco y Mercedes, de Teatro El Azar, la tarde fue pasando mientras un librero, una madre de un hijo con diversidad funcional, un programador cultural, una educadora social y un activista antidesahucios completaban con sus trazos el dibujo de esa capa de grisura que se encarga el Ayuntamiento de lanzar sobre Valladolid.
Desde esa mirada, necesariamente rápida, se entrecruzan ideas, propuestas, comentarios que alimentan otros comentarios y que van creando esos diálogos que son la esencia de Valladolid Toma La Palabra. Y de esos diálogos, de hablar y hablar, del encuentro entre iguales analizando y preocupándose por su ciudad, surgen las propuestas, el afán por encontrar un nuevo horizonte que plantee una alternativa real y contrastada para Valladolid.
Porque no es verdad; nuestro futuro no está ni mucho menos escrito. Existen alternativas para gobernar nuestra ciudad de otra manera y en efecto hay gente preparada, capaz y con ganas de hacerlo y el viernes 13 se encargaron de demostrarlo.
En el cierre del acto, nuestro candidato a la alcaldía, Manuel Saravia nos recordó que en Valladolid hay muchas ganas de construir ciudad de forma participativa, mucha gente que necesitaría muy poco del ayuntamiento para transformar nuestra ciudad en un lugar más amable, más digno de ser amado. Es verdad: otra forma de gobernar es posible y a partir del 24 de mayo lo vamos a demostrar.