- Se propone someter a debate público la relación de obras previstas para contrastar con la opinión de los ciudadanos y ciudadanas de Valladolid
El candidato a la alcaldía por Valladolid Toma La Palabra, Manuel Saravia, acompañado de la número 2 de la candidatura, María Sánchez, ha presentado este miércoles la propuesta de elaboración del plan de obras para los cuatro años del mandato. El cambio fundamental que se propone es el de someter a debate público la relación de obras previstas de manera que su ejecución pueda ser contrastada con la opinión de los ciudadanos y ciudadanas de Valladolid.
Ante la previsión de obras de determinadas obras de unos u otros grupos que se presentan a las elecciones, lo relevante no es solo saber qué proponen realizar, sino a la vez qué plantean dejar de hacer.
En Valladolid Toma la Palabra consideramos que, en principio, del total de la inversión estimada en obras de urbanización para los cuatro próximos años debería reservarse en torno al 10% del presupuesto para posibles obras urgentes o reparaciones sobrevenidas. Y del resto Valladolid Toma la Palabra propone que se decida su distribución en un plan de obras que se someta a la participación y debate.
En él habrá que justificar las cantidades que se dedican a las grandes obras del periodo (que se exponen más abajo); pero también la asignación para la resolución de reparación de aceras afectadas por raíces, los criterios aplicados para determinar actuaciones de alumbrado oculto por árboles, el debate entre la superficie ocupada por aparcamientos, aceras más anchas y árboles que se conservan o se reponen. Igualmente, habrá que decidir qué obras de carácter provisional son necesarias cuando las actuaciones definitivas se prevea que puedan retrasarse, etc.
Para todo este plan de obras se elaborarán planes de barrio o de distrito en los que se recojan tanto las obras realizadas últimamente, como las que están en curso y las que se prevean, al objeto de facilitar el conocimiento y debate ciudadano. Posteriormente se publicará un libro de estilo en el que se recojan los criterios y la forma de llevar a cabo las obras de urbanización, no solo en lo que se refiere a sus características físicas, sino también en la manera de desarrollar los procedimientos de ejecución y especialmente en lo que se refiere a la información a la ciudadanía del estado de tales obras.
Hay que recordar que el contrato de conservación (con sus cuatro lotes) tiene un montante de 50,4 millones de euros. Al cual habría que sumar las cantidades recogidas en el presupuesto anual ordinario de inversiones (del orden de entre 7 a 9 millones anuales), y las que procedan de inversiones IFS (muy variable pero nunca inferiores a los 5 millones anuales). Dentro de estos conceptos se incluyen las inversiones en urbanización, parques y jardines, alumbrado público e inversiones del ciclo integral de AquaVall. Y no hay que olvidar los cerca de 8 millones anuales incluidos en el convenio con Valladolid Alta Velocidad, para las obras de integración ferroviaria. Por tanto habrá que estimar una inversión total de 20 millones al año (80 en total a sumar a los 50 del contrato).
Hay que recordar que el contrato de conservación (con sus cuatro lotes) tiene un montante de 50,4 millones de euros. Al cual habría que sumar las cantidades recogidas en el presupuesto anual ordinario de inversiones (del orden de entre 7 a 9 millones anuales), y las que procedan de inversiones IFS (muy variable pero nunca inferiores a los 5 millones anuales). Dentro de estos conceptos se incluyen las inversiones en urbanización, parques y jardines, alumbrado público e inversiones del ciclo integral de AquaVall. Y no hay que olvidar los cerca de 8 millones anuales incluidos en el convenio con Valladolid Alta Velocidad, para las obras de integración ferroviaria.
Como decíamos Valladolid Toma La Palabra recoge en su programa electoral cuales podrían ser las obras de carácter estructural, que figuran en el PGOU, y que se realizarán en los próximos cuatro años.
En primer lugar, grandes paseos peatonales en los límites de la ciudad, por ejemplo en torno al Canal de Castilla o al Canal del Duero en el este, vinculados a elementos del paisaje. Esas afueras de la ciudad a menudo son duras y peligrosas para peatones o ciclistas, con las rondas, y la intención es darles preeminencia.
En segundo lugar, parques urbanos y plazas. La idea es ir conectando en un cinturón o anillo verde los parques existentes, las riberas de los ríos y nuevos espacios. Se propone crear un parque forestal en San Cristóbal, actuar en el Parque del Tomillo (allí por el Camino Viejo de Renedo) y completar los paseos del Pisuerga. Y en el caso de las plazas, construir un sistema de 10 plazas y 11 campas como espacios de reunión, de encuentros y acontecimientos culturales. Se plantea actuar, por ejemplo en la Plaza del Carmen o en la Campa junto al cementerio.
Y en tercer lugar, destacaríamos todas las actuaciones relacionadas con la integración ferroviaria. Porque aunque se suelen reducir en el imaginario a pasos subterráneos, la propuesta es más ambiciosa. Junto a esos pasos, mucho más frecuentes, amplios y luminosos de los que teníamos, se plantea un paseo a ambos lados de las vías, convertir ese entorno árido y hostil en una zona que se pueda caminar y disfrutar.
