- Crónica de la asamblea de Valladolid Toma la Palabra celebrada el sábado 16 de febrero en el Centro Cívico José Luis Mosquera
Nos enfrentamos no a una, sino a cuatro citas electorales. Qué pereza, si total, da lo mismo porque todo el mundo en política es igual, farsantes… Seguro que en los próximos meses escucharemos cosas como estas o parecidas, y lo malo es que no solo referidas a esa derecha del ‘milagro económico’, cuyo artífice está entre rejas, y ‘cajas B’, sino que también se le colarán a mucha gente respecto a otras opciones, pero por otros motivos: que si las luchas intestinas, que si la tradicional –como si fuera un designio divino- división de la izquierda, que si total, lo mismo da…
Pues no da lo mismo, y el hecho de que en España, por primera vez esté representada en un parlamento autonómico la extrema derecha, que a la vez haya personas en prisión por defender ideas –que igual no compartimos, pero ideas, al fin y al cabo- y hacer política, y que por intereses distinto al general se hayan echado para atrás unos presupuestos que, sin duda, mejorarían las condiciones de vida de mucha gente, de su vida cotidiana, es para que nos paremos a pensar.
Y eso fue lo que hicimos el pasado sábado, pensar colectivamente –más allá de las emociones que cada cual arrastramos- qué le conviene más a la vida cotidiana de la gente. Hubo tiempo hasta para reírnos porque en el programa electoral se nos ha colado el amor, pero quizá haya que recordar que el objetivo último de la política es crear las condiciones para que la gente sea feliz, y está claro que las personas con ricas relaciones personales, con trabajo y un proyecto de vida, tienen más posibilidades de sentirse así.
Pero no solo hablamos del programa –una suerte de pirámide, dodecaedro o vaya usted a saber lo que nos salió- con unas bases claras de propuestas a corto plazo, que alimenten los que consideramos proyectos de ciudad y que, a su vez, conecten nuestra realidad cotidiana con los grandes retos de la contemporaneidad. También hablamos –cómo no, si llevamos desde el verano pasado haciéndolo- de quiénes y cómo armar este proceso. Si necesitamos unirnos para proponer alternativas realistas, pero ilusionantes; si es imprescindible que en el actual escenario sumemos todas las ganas y fuerzas posibles; si en las próximas citas tenemos que evitar que nadie tenga la tentación de quedarse en casa por no sentir sus inquietudes representadas en ninguna opción política…
Entonces, tenemos que dejar las puertas abiertas, os estamos esperando: a partidos, a colectivos, a todas las personas que creáis que la precariedad es la peor inseguridad, a quienes lucháis por la salud, la educación y unos servicios básicos que garanticen unas condiciones de vida dignas; a los que miran la crisis climática, no como una amenaza –que lo es-, sino como la oportunidad para cambiar de modelo; a las que en las próximas semanas nos empujaréis a llenar las calles poniendo la vida, la vulnerable, la cotidiana, la que requiere cuidados, en el centro del debate político; a quienes vivís y queréis desarrollar vuestros proyectos de vida en el rural, sin sentiros una ciudadanía de segunda.
Este lunes arranca nuestro proceso de primarias abiertas, quince días para armar la mejor candidatura y ganar la alcaldía. Y os estamos esperando, a toda esa gente que, frente a los discursos del odio y el enfrentamiento, pensáis con el corazón y sentís con el cerebro. Os necesitamos, en nuestra lista, en nuestros grupos de trabajo, en las mesas temáticas y en las reuniones. En calles y plazas, para encontrar y celebrar la fortuna de tenernos.