- El Plan se dirige a los colectivos en situación de vulnerabilidad y atendiendo a las especificidades de las áreas más vulnerables de la ciudad
Hace casi cuatro años, cuando Valladolid Toma la Palabra debatió formar parte del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid, una de las condiciones irrenunciables para hacerlo era imprimir un giro social a las prioridades municipales. Nuestra ciudad vivió las fases más duras de la crisis económica encontrándose con los paradójicos recortes sociales que el equipo de Gobierno del PP imprimió en sus presupuestos. Cuando la ciudadanía más necesitaba de un refuerzo de los servicios sociales públicos y de calidad, se encontró con políticas locales, autonómicas y estatales que optaban por servicios y prestaciones más escuálidas y por una clara tendencia hacia la privatización de la asistencia.
Durante los cuatro años de gobierno en los que ha participado Valladolid Toma la Palabra se han reforzado todas las políticas y presupuestos enmarcados en el ámbito de los Servicios Sociales. Pero la opción social no ha quedado ahí, ya que esa es la clave que ha impregnado una buena parte de las políticas municipales: bonificaciones (Nevasa, Aquavall, Auvasa, etc.) ampliación del parque público de vivienda, actividades juveniles y deportivas más accesibles, inversiones en colegios públicos y otras. Sin embargo esa opción por las políticas sociales aún necesita un refuerzo y debe seguir girando hacia una óptica que promueva la implicación de las personas para transformar la realidad, reduciendo el carácter meramente asistencialista.
Tradicionalmente, las necesidades de las personas precarizadas se han abordado desde las áreas de acción social de las administraciones con un sesgo asistencialista. Ello las coloca en una posición de inferioridad respecto a la administración, como meras receptoras de ayudas o programas específicos de atención o de inserción, pero obviando las capacidades que cada una atesora. Pero si cambiamos el enfoque, podemos ver que cada persona en tales circunstancias es un sujeto de plenos derechos. Y la administración, efectivamente, ha de velar y desarrollar las políticas activas para su cumplimiento. Ahora bien, también son sujetos activos, con sus anhelos, deseos, inquietudes e ilusiones, y la administración debe, desde sus políticas públicas, fomentar su protagonismo, sus capacidades, su participación activa en los itinerarios e iniciativas que permitan alcanzarlos.
El Plan de acción contra la precariedad se dirige, con estos principios, a los colectivos en situación de vulnerabilidad y atendiendo a las especificidades de las áreas más vulnerables de la ciudad, en el que a través de acciones desde ámbitos tan diversos como la formación, el asesoramiento y acompañamiento en itinerarios laborales, el arte y la cultura, la educación, el deporte, la intervención sociosanitaria y la participación activa de la población (tanto la que resulte objetivo de dichas políticas, como la que se incorpore a la construcción de redes comunitarias), se pueda hacer frente a los grande retos contemporáneos de las sociedad urbanas. Este plan se desglosará en varios programas que, a su vez, interconectados, actuarán de pilares de toda la política de derechos que se ejecutarán desde la nueva Área de Derechos de Ciudadanía. Ésta contará con el asesoramiento del Observatorio municipal de derechos humanos, cuyo plan estratégico se redactará en esta legislatura, y asegurará una participación más activa de Valladolid en la Coalición Europea de Ciudades contra el Racismo.
Con el objetivo de no hacer un cajón de sastre con todas las políticas sociales, y dar la misma respuesta a las situaciones diferentes, desde Valladolid Toma la Palabra queremos concretar algunos programas específicos que formarían parte del programa general.
El programa denominado Plantando Caras y Cuerpos se dirige a evitar la feminización de la pobreza. Hay sectores claramente identificados como trabajos feminizados y especialmente precarios (ayuda a domicilio, limpieza, cuidados, atención a la dependencia, etc.), hacia los que se dirigirían principalmente acciones como las siguientes: Acciones de choque contra el paro de larga duración; “Labora en barrio” (fomento de la contratación desde ámbitos cercanos mediante incentivos y cláusulas de género); fomento de otras vías de inserción laboral y empoderamiento de las mujeres (inserción laboral a través del cooperativismo). Todo ello dentro de un Plan de empleo profundamente renovado.
El programa Sol/edades está destinado a evitar las nuevas soledades urbanas (con especial atención a las sobrevenidas), que contemplará acciones (además de las comentadas en otros apartados del programa) como las siguientes:
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Elaboración de un Mapa de la Soledad, un diagnóstico de la situación de las personas (mayores, en situación de vulnerabilidad que viven solas, o que se sienten aisladas como quienes sufren adicción a alguna de las nuevas dependencias) que sufren soledad. Generando alianzas con el trabajo de las asociaciones vecinales.
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‘Asolearse’: construcción de redes de encuentro entre diferentes perfiles de soledades urbanas. Incluirá un plan de acción participado, con entidades públicas y privadas, para abordar las dependencias de forma integral, desde la educación, la intervención socio-sanitaria, la cultura y el ocio, la prevención y la rehabilitación.
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‘Solearte’: exposiciones, talleres, actividades de animación a la lectura, teatro-foro, cinefórum y cualquier otra manifestación artística para reflexionar y buscar alternativas colectivas.
Programa Ciudad Migrante, de acompañamiento a las personas migrantes, que se pondrá en marcha desde el Centro de Atención al Migrante (actual CAI), que partiendo de un protocolo de atención a la persona migrante en colaboración con todos los servicios municipales implicados, faciliten un itinerario adecuado de necesidades, atenciones, cuidados y oportunidades (empadronamiento, derechos y deberes, salud, educación, formación y empleo…). Desde el CAM se reforzarán o se pondrán en marcha acciones como:
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La Torre de Babel: un programa bidireccional de aprendizaje y conocimiento mutuos a través de la lengua y la literatura.
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Las dos orillas: itinerarios de inserción laboral.
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Interculturizarte. Poniendo en valor la interculturalidad: programa de formación sobre nuevas migraciones dirigido a colectivos y organizaciones sociales, a partir del cual se puedan establecer acuerdos o convenios de colaboración que faciliten la acogida de personas migrantes y/o refugiadas.
Programa Horizonte Diversidad, de apoyo a las personas con diversidad:
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Inspira: campaña de visibilización de personas con capacidades diversas, y fomento de su empleabilidad (con el control estricto de las condiciones laborales en el caso de la contratación municipal).
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Respira: actuaciones de apoyo directo a quienes cuidan de personas con diversidad funcional, física y/o intelectual.
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Expira: reconocimiento de la diversidad sexual e identidad y derechos sexuales desde la diversidad funcional.