- Valladolid Toma la Palabra considera que no se puede saltar de institución en institución o de partido en partido para preservar el cargo político
Este lunes se acaba el plazo de presentación de candidaturas para las Elecciones Municipales y Autonómicas. Durante las últimas semanas hemos ido conociendo la composición de las distintas candidaturas al Ayuntamiento y a otras instituciones, y el espectáculo ofrecido ha sido poco edificante. Sospechas de pucherazos, saltos de un partido a otro, designaciones a dedo o puestos vacantes cubiertos de mala manera y de mala gana han sido la tónica más frecuente entre la mayoría de las candidaturas. No queda atisbo de aquel fervor por las primarias y la apertura a la ciudadanía que, real o simulada, se pregonaba hace solo unos años.
“Todo este tipo de prácticas demuestran poco respeto hacia la ciudadanía que se pretende representar”, apunta la portavoz municipal de Valladolid Toma la Palabra, María Sánchez. “No puede ser que los equipos se formen en función de peleas internas, con personas que ayer decían A y hoy defienden B, o cambiando de institución a profesionales de la política que un día están en una consejería, al otro en un Ayuntamiento y el año siguiente en una embajada”, concluye.
El caso más reciente es el de la confección de las listas del Partido Popular. Al fichaje de Pilar del Olmo para el Ayuntamiento de Valladolid, a pesar de su nula vinculación con la política municipal, se han sumado el de otros nombres destacados de la Junta, como José Antonio de Santiago Juárez. Las diferencias internas llevan ahora a Jesús Julio Carnero a tener que buscar hueco en algún ayuntamiento aún por elegir, como si diera igual quien represente a las personas que allí vivan. “Incluso en el caso de concejales tan pasivos como el señor Carnero, que ni siquiera ha intervenido en un Pleno o Comisión, debería tenerse más respeto por la ciudadanía y no saltar de institución en institución para preservar el cargo político”, indica la portavoz, “parece que estamos inmersos en un juego de sillas, en el que se mueve a las personas de un puesto a otro sin tener en cuenta si se conoce o no un determinado ayuntamiento y sus problemas”.
Valladolid Toma la Palabra supone la orgullosa excepción al mantener la fórmula para confeccionar un equipo a partir de la participación ciudadana, con primarias del primer al último puesto de la lista, lo cual no ha resultado óbice para lograr una candidatura con una gran capacidad de gestión, experiencia, representatividad e implicación en la vida social y cultural de Valladolid.
El compromiso de los miembros de la candidatura de Valladolid Toma la Palabra es netamente municipalista y no pretende utilizar el Ayuntamiento para hacer carrera dentro de un partido ni como trampolín a otras instituciones. De hecho, se renuncia expresamente a que ningún futuro concejal o concejala del Ayuntamiento de Valladolid opte a participar en la Diputación de Valladolid, donde deben estar representados, principalmente, los intereses del mundo rural.
Así, Toma la Palabra, ha presentado 35 candidaturas en distintos municipios de la provincia, abarcando al 85% de la población de la provincia. En la actualidad, la plataforma, participada por IU y EQUO, cuenta con representación en 23 municipios de la provincia, en 6 de los cuales ostenta la alcaldía.