Aunque las competencias de vivienda (y las obligaciones que se derivan de esa competencia) son de la Junta de Castilla y León, en los últimos años ha sido el Ayuntamiento de Valladolid la administración que más se ha preocupado por atender a las necesidades de la población con menos recursos en relación con la vivienda.
En un contexto de cambios legales, tanto de la legislación general como de la autonómica (la Ley de Vivienda estatal, que no acaba de aprobarse en el Congreso de los Diputados, y la modificación de la Ley del Derecho a la Vivienda, paralizada por la Junta de Castilla y León), y de proyectos recientemente anunciados (también del Estado y de la Junta), relativos a la construcción o puesta en uso de un buen número de viviendas, después de años de sequía estatal y autonómica en esta materia, María Sánchez entiende que, una vez más, no se puede esperar para actuar. De haberlo hecho, el Ayuntamiento no habría actuado como lo ha hecho, ni aprobado el Plan de Vivienda 2021-2025, que contiene las principales intervenciones del municipio en esta materia.
De hecho, lo que María Sánchez propone es, precisamente, continuar y profundizar el trabajo realizado en los últimos años. Empezando por lo fundamental, como es fijar un presupuesto anual para la vivienda nunca inferior al 4% del presupuesto municipal. Para desarrollar una política ambiciosa, destinada, en primer lugar, al aumento constante del parque público de alquiler social (viviendas blancas), hasta llegar a cubrir las necesidades más inmediatas. Incorporando anualmente del orden de 70 viviendas más a dicho parque, manteniendo el carácter disperso y discreto con que se ha constituido (con viviendas distribuidas por toda la ciudad y en distintos bloques de pisos).
También se seguirá la política de vivienda joven, en varios núcleos, constituidos en diferentes áreas de la ciudad. En Avda. de Burgos, en la Azucarera Santa Victoria, en el Barrio España, en la zona Este (San Isidro), etc. Se seguirá con el programa Alva de impulso al alquiler. También con el impulso a las viviendas colaborativas (cohousing). Se continuará con la actuación en áreas vulnerables. Y se mantendrán e incrementarán los demás programas del Plan de Vivienda (sobre pobreza energética, etc).
Se trata, como se ha dicho, de una política de vivienda que ha supuesto dar la vuelta a lo que se venía haciendo. Y que, volcada en atender a quienes más necesidades tienen (la vivienda es un derecho), también procura la rehabilitación y el desarrollo de nuevas promociones, tanto de viviendas de protección pública como de viviendas libres.
Se creará un Observatorio de la Vivienda (ya previsto en el Plan), para disponer de datos y análisis semestrales. Se constituirá también una “ventanilla única” de atención a la población sobre vivienda (en coordinación con la Junta). Y se seguirá impulsando la Mesa de la Vivienda, como espacio de debate en el que se encuentran todas las organizaciones y asociaciones relacionadas de alguna forma con la materia.
En cualquier caso, desde el Ayuntamiento se quiere seguir insistiendo en la colaboración con otras administraciones para desarrollar actuaciones de vivienda coherentes con los planteamientos municipales. Y así, se continuará cediendo suelos a la Junta para construir viviendas de alquiler joven (por ahora, las previsiones son de cesiones por valor de 20 millones de euros). O recibir del estado (o negociar) los inmuebles que proceda para poner en uso o desarrollar nuevas promociones residenciales.
María Sánchez reprocha al líder del PP, Núñez Feijóo, su planteamiento de construir más vivienda privada como solución al problema de la vivienda. Una política “cuantitativa” que ha sido siempre la que defiende la derecha política. Prioriza la actividad constructora frente a la movilización de las viviendas vacías, y el consecuente proceso de abandono de los barrios existentes. Que ya se aplicó en tiempos de José Mª Aznar, y que desembocó en la burbuja de hace 20 años, cuando los precios de la vivienda subieron de forma desorbitada.
VTLP tiene una política de vivienda pensada para atender al derecho a la vivienda con decisión pero a un ritmo posible, con un gran esfuerzo de financiación: ese 4% que permita ir acercándonos a los estándares europeos de vivienda pública.
María Sánchez reprocha al líder del PP, Núñez Feijóo, su planteamiento de construir más vivienda privada como solución al problema de la vivienda. Una política “cuantitativa” que ha sido siempre la que defiende la derecha política. Prioriza la actividad constructora frente a la movilización de las viviendas vacías, y el consecuente proceso de abandono de los barrios existentes. Que ya se aplicó en tiempos de José Mª Aznar, y que desembocó en la burbuja de hace 20 años, cuando los precios de la vivienda subieron de forma desorbitada.