- El grupo defenderá una moción para desarrollar la definición de “vivienda vacía” de manera que permita estimular su ocupación
- El Procurador del Común ha considerado “inaplazable” que Gobierno y Junta establezcan una definición que permita a los ayuntamientos implementar un recargo en el IBI
- Valladolid tiene al menos 17.000 viviendas vacías, la mayoría en manos de entidades bancarias. El estímulo a su ocupación es fundamental para garantizar el derecho de acceso a una vivienda
En una rueda de prensa ofrecida esta mañana, el grupo municipal de Valladolid Toma la Palabra ha presentado la moción en torno a la promoción del uso de viviendas vacías que defenderá en el pleno del Ayuntamiento del mes de abril.
Como ha explicado el concejal Manuel Saravia, “no es fácil saber cuántas viviendas hay vacías en Valladolid”. La dificultad proviene de la ausencia de una definición estatal del concepto, definición que el Procurador del Común, en una resolución de 2013 sobre “medidas para proteger eficazmente el derecho constitucional a una vivienda digna y adecuada”, consideraba “inaplazable”, mientras que señalaba que las administraciones autonómicas son también competentes para establecer su propia definición en tanto no exista una estatal.
Saravia ha explicado que “la definición permitiría a los ayuntamientos establecer un recargo hasta el 50% de la cuota líquida del IBI en el supuesto de inmuebles de uso residencial que se encuentren desocupados con carácter permanente. Este recargo estimularía a la propiedad de estos inmuebles a movilizar las viviendas en el mercado, lo que redundaría en una mayor oferta y, por tanto, una tendencia a la reducción de los precios. El estímulo a la ocupación de las viviendas vacías es un mecanismo eficaz y prioritario para garantizar el acceso efectivo al derecho a una vivienda”.
En Valladolid existen al menos 17.000 de estas viviendas, aunque algunos cálculos sitúan la cifra por encima de las 25.000. Valladolid Toma la Palabra ha destacado que los principales tenedores de estas viviendas desocupadas son entidades bancarias, y que los recargos en el IBI que plantean tienen como principal objetivo impulsar la ocupación de estos grandes parques inmobiliarios. El grupo ha apuntado que sería deseable que la normativa permitiera atender de forma diferente a situaciones tan distintas como la de familias que tienen temporalmente una vivienda vacía a la que pretenden dar uso y la de entidades financieras o inmobiliarias que poseen centenares y con las que especulan para obtener beneficio. El recargo sobre el IBI se dirigiría, fundamentalmente, a combatir la especulación inmobiliaria y movilizar la vivienda vacía para que la gente pueda acceder a ella en condiciones razonables.