Valladolid Toma La Palabra, candidatura encabezada por el urbanista Manuel Saravia incluirá la perspectiva de la igualdad en todas las Áreas de gobierno para garantizar que todos los planes y programas municipales han analizado su impacto sobre las necesidades e intereses de las mujeres. Por ello la responsabilidad en esta materia se coordinará desde la propia Alcaldía, para darle la máxima importancia e impregnar el conjunto de la acción municipal.
Esta perspectiva es especialmente importante en la planificación urbanística y el diseño de los espacios públicos. El diseño de las ciudades se ha venido definiendo pensando en ciudadanos de mediana edad que trabajan y se mueven en coche, cuando realmente la mayoría de la población no responde a ese perfil. Ello ha invisibilizado el entendimiento de las necesidades integrales del resto de la población, sean mujeres, infancia, personas mayores, dependientes o con diversidad funcional. El hecho de que las tareas de cuidados sigan recayendo mayoritariamente sobre las mujeres no solo limita su autonomía personal sino que condiciona la manera en que nos movemos en la ciudad y usamos los espacios públicos.
Por tanto, es necesario que en el diseño de calles y plazas, la construcción y rehabilitación de viviendas o la organización del transporte público se tengan en cuenta todo tipo de necesidades, tanto la relativas a lo laboral, como a lo personal, lo afectivo, lo comunitario… Se trata de adaptar los espacios que usamos a las vidas cotidianas que vivimos. Por poner un ejemplo sencillo, es imposible encontrar un lugar público apropiado para cambiar los pañales a bebés, tarea que, sin duda, ha de corresponder a hombres y a mujeres.Sin embargo, en multitud de establecimientos privados, únicamente se encuentran cambiadores en los cuartos de baño de mujeres.
Valladolid Toma la Palabra también ha reflexionado sobre la seguridad. Para ello no plantea soluciones a partir de la seguridad privada y la presencia policial, sino que pone el acento en los usos comunitarios de calles y plazas, en un tejido social urbano que brinde a todos los habitantes una seguridad basada en relaciones de cercanía y confianza. El favorecimiento de recorridos peatonales bien conectados, espacios bien iluminados y con vida pueden incrementar la sensación de seguridad en los desplazamientos por la calle.