Valladolid Toma La Palabra, la candidatura encabezada por Manuel Saravia, ha presentado hoy a las puertas el Espacio Joven del Paseo de Zorrilla su propuesta de realizar en los próximos años una serie de múltiples intervenciones urbanísticas, sociales y culturales de pequeño tamaño en todas las zonas de la ciudad para mejorar la vida de los barrios.
Se trata de cambiar los proyectos meramente de ornato y de gran coste (como la incomprensible sustitución de bordillos en las medianas del Paseo de Zorrilla, o las costosas actuaciones en rotondas o en la iluminación de colores aprobada para la Rosaleda, con un coste de 800.000 euros) por actuaciones de mantenimiento, servicio social y proyectos culturales de pequeño formato que mejoren el uso del espacio y las condiciones de quienes hacen vida mayoritariamente en el entorno de su barrio.
Por una parte se propone incrementar el número de educadores y trabajadores sociales, animadores comunitarios y educadores sociales en los CEAS para trabajar en animación, formación e inclusión laboral de jóvenes. Se plantea en segundo lugar la distribución de las actividades culturales por las plazas de la ciudad a lo largo de todo el año con un programa denominado “Mapamundi” que promoverá las actuaciones musicales, el teatro de calle o las lecturas compartidas en espacios abiertos, de forma que todas las semanas del año haya actividades culturales en los barrios de la ciudad. El programa también contempla la distribución de otras actividades culturales actualmente concentradas en el centro de la ciudad, como el teatro de calle y la rotación anual de las principales actividades del carnaval a los diversos barrios de la ciudad hasta completar un ciclo de diez entornos diferentes.
El programa incluye un conjunto de pequeñas actuaciones urbanísticas en los barrios consensuadas con los vecinos y vecinas de cada zona con el objetivo de hacer más amable el espacio común de la calle: controlar el tiempo de cruce para peatones en semáforos concretos, cuidar el salto del bordillo en determinados cruces, disponer bancos agradables y que no sean excesivamente bajos para adaptarlos a las personas mayores, plantación de grupos de dos o tres árboles en numerosos enclaves para proporcionar sombra en verano, prever elementos de protección del viento en determinados puntos, cuidar algunos caminos de tierra…
Este programa múltiple de pequeñas actuaciones incluirá un «plan del color» para evitar actuaciones estridentes o inconvenientes, velará por que haya agua en las fuentes y que los relojes públicos marquen la hora, dispondrá suficientes buzones en las calles, evacuatorios en los parques, repasará la adecuación para personas discapacitadas del espacio urbano y dispondrá igualmente etiquetas con explicaciones de algunos espacios que den cuenta de la historia y circunstancia de los lugares.
Valladolid Toma La Palabra propone, en definitiva, un plan de microactuaciones con una serie de denominadores comunes basados en el equilibrio entre los diversos barrios de la ciudad y el objetivo último de que todos ellos sean espacios más amables para la ciudadanía.