Este semana ha comenzado con una buena noticia en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Una vez más, hemos dado sentencia a la nulidad de la comfort letter que comprometía al Consistorio a un brutal pago ante los bancos, con el añadido de que esta vez se ha rechazado el recurso que han presentado estos para intentar recuperar la validez de la carta. Ergo, el Ayuntamiento sigue para adelante con la anulación y por el momento no hay obligación de abonar unos 62.5 millones de euros que hubieran comprometidos los presupuestos municipales.
Pero no se trataba solo de plasmar sobre el papel todo este complejo entramado sobre el soterramiento en el Pleno extraordinario. Nuestro representante en la sesión, Manuel Saravia, ha querido aprovechar la ocasión para dejar unas cuantas cosas claras. “Resulta curioso que no aprovechen los bancos su recurso para contestar a alguno de los reproches que se les hizo tanto en la declaración municipal como en el dictamen del Consejo Consultivo. Si todo lo hicieron bien, ¿por qué no se explican?”, ha dejado patente el teniente de alcalde.
Y es que no es fácil de calificar con un término preciso el hecho de que los seis bancos firmantes (atención a la lista: BBVA, Banco Santander, Caixabank, Bankia, Instituto de Crédito Oficial y Banco Caja España Inversiones, Salamanca y Soria) se permitan decir que “se han utilizado las potestades administrativas con fines de partido, ajenos al interés general”.
Que se permitan declarar que la decisión de anular la carta de conformidad “responde no a razones de interés general, sino a razones de enfrentamiento político”. Decir que el Ayuntamiento actúa por “puro revisionismo de un proyecto iniciado por el equipo anterior”. “¿Esto qué es? ¿Indignante? Lo es, ciertamente. Pues falta a la dignidad propia y ajena”, ha hecho ver Saravia antes de la frase lapidaria. “Creo que el término adecuado para calificarlo es el siguiente: desfachatez”.
Y un último mensaje. “No hay derecho. ¿Quiénes se creen que son? ¿Pueden tratar así, con ese desparpajo, a un Ayuntamiento? ¿Pueden ignorar por completo el dictamen del Consejo Consultivo? Es necesario rechazarlo. Y con firmeza. Y rechazarlo por todos. Pues en este caso, según creo, no es suficiente abstenerse. No vale poner por delante los intereses del partido a los intereses de la ciudad. Si ninguno de los grupos municipales es rehén de su pasado, ahora es el momento de hacerlo valer”.
Lástima que ese rechazo no se haya dado por parte de todo el Pleno, ya que de los 29 concejales solo 16 votaron a favor de ratificar la nulidad de la comfort letter y los otros 13 se abstuvieron, suficiente en todo caso para continuar haciendo camino con el soterramiento. Seguimos.