Artículo de J. Sanz publicado en El Norte de Castilla el 23 de enero de 2019
Las máquinas han tomado el primer tramo de Prado de la Magdalena (entre las calles Alamillos y Covadonga) para llevar a cabo los trabajos de renovación de la red de abastecimiento y, a continuación, llevarán a cabo una obra más ambiciosa para sustituir y ampliar la capacidad del actual colector (entre las calles Covadonga y Madre de Dios). La finalidad de la primera intervención pasa por evitar reventones al sustituir las viejas tuberías de fibrocemento por las más modernas de fundición dúctil y, en cuanto al segundo tramo, el objetivo es «evitar las inundaciones que se producían habitualmente en este punto » , según explica la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez. La duración prevista de las obras, y de las restricciones al tráfico, es de un mes, hasta el próximo 22 de febrero.
Los trabajos se centran ahora en la acera de la derecha del primer tramo de Prado de la Magdalena, junto al carril bici, y han obligado a suprimir temporalmente más de setenta plazas de aparcamiento a los dos lados de la calle para permitir el paso de vehículos por un solo carril (sobre el espacio de los aparcamientos al borde la residencia Alfonso VIII) desde el cruce de Alamillos y la Real de Burgos hasta la intersección con Covadonga (a la altura del polideportivo Miriam Blasco). Las obras, eso sí, no afectan por ahora la celebración del mercadillo de los sábados en este mismo tramo. «Los puestos se están adaptando a los trabajos y, en principio, se continuará celebrando allí los sábados hasta que concluyan», apuntaron ayer los responsables de los vendedores ambulantes.
Las obras en este primer tramo, cuyo coste ronda los noventa mil euros, se limitan a sustituir las conducciones de agua potable de fibrocemento por otras de fundición dúctil (de 150 milímetros de diámetro) sobre una longitud lineal de 263 metros.