La papeleta de Valladolid Toma La Palabra para las próximas elecciones de mayo la completarán tres decenas de profesionales y activistas después de las elecciones primarias que culminaron el sábado en una ininterrumpida jornada de fiesta.
Con puntualidad y organización teutónicas, la maquinaria de Toma La Palabra tomó el Centro Cívico Campillo a las diez en punto para instalar las urnas, registros, formularios, censo, papeletas, instrucciones de voto (¡lo que hemos aprendido de modalidades de votación en estas primarias!). El equipo de mesa electoral y la junta electoral se acomodó en sus sillas para recibir a los votantes que, desde primera hora, pasaban a un ritmo tranquilo pero imparable a expresar quiénes creían que mejor iban a representar a nuestra plataforma ciudadana en las elecciones de mayo.
Pero todo cambió a partir de las doce. A la hora del vermú, lo que empezó con un lento goteo de personas se fue trocando primero en una tímida cola que serpenteaba en la sala de votaciones para alcanzar, un rato después, el pasillo del centro cívico ¡y hasta la escalera de acceso! Ha habido votantes -y no pocos- que han tenido que esperar más de media hora para poder elegir a su plantel electoral, en un ambiente festivo en el que la espera de las docenas y docenas de personas que se agolpaban en las puertas de la sala electoral se ha convertido en un rato de conversaciones cruzadas sobre el tiempo, el partido de la tarde o el horizonte electoral tan ilusionante que estamos construyendo entre todas…
La tarde avanzaba y la seriedad de las últimas personas que introducían sus papeletas en las urnas hacía prever ya el cambio de ánimo. A las cinco en punto, al cierre del colegio electoral hace aflorar nuevas emociones: la responsabilidad de asegurar el buen funcionamiento del sistema de recuento, la inquietud por conocer de una vez quién nos representará en el ayuntamiento… El proceso se hace largo, muy largo, sobre todo para quienes estamos esperando los resultados al otro lado de la sala en la que se afana la junta electoral papeleta a papeleta.
Pero toda espera tiene su recompensa y el trabajo de estos últimos meses de tantas y tantas personas, también. Gente que se ha dejado las pestañas para programar la web, elegir un sistema seguro de voto electrónico, redactar manuales de votación, reglamentos y formatos de papeletas; personas que se han animado a representarnos en el ayuntamiento y se han trabajado argumentos y emociones para convencer a sus vecinos; otras que han reservado locales, rellenado instancias, instalando mesas informativas en la calle para animar a la gente a participar en estas elecciones.
Todas juntas celebramos a nuestro próximo alcalde y su equipazo de concejales en la Sala Asklepios, con Javier Carballo como maestro de ceremonias y con los grupos Curioso Periplo y Adiós Motherfunker, que nos regalaron con su energía musical para hacer más liviana la espera. Pero la crónica de esa parte de la jornada, que se extendió un poquito más allá de la madrugada, no la leerán aquí tus ojos…