Nuevos aires en el urbanismo de Valladolid – Artículo de Celestino Candela

FACE aires urbanismo v1

 

Días pasados, tras complicadas fases de procedimiento, el pleno del Ayuntamiento de Valladolid ha adoptado el acuerdo de anular la aprobación inicial del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) realizada por el anterior equipo de gobierno municipal poco antes de las elecciones. Aquel paso resultó incomprensible, dadas las carencias y deficiencias del documento, tras más de 4 años de misteriosa trayectoria y después de haber seleccionado al equipo técnico y director del plan adecuados a los fines previstos, que no eran otros que mantener contra viento y marea, tras numerosas sentencias desfavorables y en contra de la legislación urbanística al respecto, las famosas áreas homogéneas y los intereses de sus propietarios.

Pero a esta buena noticia para la ciudad de Valladolid debe añadirse otra también muy favorable, relativa al mismo tema y de doble dimensión: por una parte, la aprobación en el pleno municipal de los criterios rectores en el desarrollo de un renovado PGOU, en el que pueden señalarse con claridad la prevalencia del modelo de ciudad basado en el bien común y en el interés de los ciudadanos, de sus dotaciones y barrios, de la mejora de los espacios públicos, de la regeneración urbana, con anulación de las áreas de suelo expansivas de carácter especulativo antes citadas; en segundo lugar debe destacarse, sin duda, el esfuerzo de participación ciudadana y técnica realizado por la concejalía y equipo correspondiente (¡cómo se agradece, tras tantos años de sequía participativa!), a cuyo frente se encuentra el arquitecto Manuel Saravia, a través de las numerosas reuniones temáticas y vecinales realizadas a lo largo de los meses de octubre de 2015 a enero de 2016. En ellas se han planteado las propuestas municipales y se han sometido posteriormente al debate y opinión de los asistentes, que han recogidos bolígrafo y bloc de notas en mano.

Naturalmente, eso no es todo; quedan espinosos e importantes temas a tratar como el soterramiento y el plan de movilidad, que sin duda deben ser abordados dentro del contexto integrado que supone la consideración total de la ciudad y el modelo previsto desde las nuevas perspectivas políticas, urbanísticas, sociales y económicas (otra herencia envenenada del anterior gobierno y de su alcalde). No deben cometerse errores anteriores como considerar estos temas como modificaciones puntuales o complementarias al Plan General, sino entenderse como trayectorias paralelas e interrelacionadas para su confluencia en el tratamiento integrado de este nuevo PGOU, de complicado proceso, pues, pero que ofrece renovadas esperanzas para conseguir un modelo solidario, sostenible y equilibrado para la ciudad de Valladolid y sus ciudadanos.

 

Celestino Candela Pi, arquitecto.