Confiamos en que se esclarezcan los hechos para los encausados por el 2F

 

  • Este jueves tiene lugar el juicio de tres personas por supuesto atentado contra la autoridad en 2014
  • Confiamos plenamente en que la justicia aflore, muestre los límites de la actuación policial y evite la criminalización de actos que deben considerarse ejemplos de libertad de expresión

Fue en febrero de 2014, la época dorada de la corrupción en España, cuando cada día amanecíamos aprendiendo el nombre de un nuevo sátrapa, que había desvalijado las cuentas públicas. Tiempos en los que nombres como Bárcenas, Matas, Fabra, González, Blasco, Baltar o Correa empezaron a formar parte de nuestro día a día.

En esas mismas fechas, el Partido Popular, al que todas las miradas se dirigían para exigir unas respuestas a la corrupción que todavía no ha dado, celebraba en Valladolid su Convención Anual. El lema “España va en la buena dirección” parecía una afrenta a una sociedad que contemplaba tasas de paro superiores al 26%, veía aprobar la reforma de las pensiones cuyas lamentables consecuencias sufrimos hoy, y también el anteproyecto de la futura “Ley Mordaza” que ya entonces dejaba ver las intenciones del partido en el gobierno respecto a las libertades civiles.

Con ese caldo de cultivo, la sociedad civil de nuestra ciudad se movilizaba para mostrar su desacuerdo por el rumbo que el Partido Popular estaba imponiendo a nuestro país. Tras un fin de semana de movilizaciones ejemplares, un grupo de personas se concentraron pacíficamente delante de uno de los restaurantes donde un grupo de congresistas almorzaban. No pudieron ni siquiera expresar sus críticas a sus destinatarios, porque una intervención de los antidisturbios disolvió a golpes la concentración con el resultado de 12 personas heridas, varias de gravedad, lo que ha provocado que una de ellas tenga desde entonces una incapacidad permanente.

El jueves próximo, tres personas que participaron en esa concentración se enfrentan a unas graves acusaciones de atentado a la autoridad. Confiamos plenamente en que la justicia aflore, y muestre los límites de la actuación policial y evite la criminalización de actos que no deben considerarse más que como ejemplos de la libertad de expresión, que efectivamente pueden incomodar a las personas que sufren sus críticas, pero de ninguna manera deberían castigarse.

*Fuente de la fotografía: Últimocero