Artículo de opinión de María Sánchez, portavoz del Grupo Municipal Valladolid Toma la Palabra, publicado en El Día de Valladolid del 25 de junio de 2021.
Esta semana hemos presentado el borrador del Plan de Calidad del Aire de la ciudad de Valladolid. Un Plan que consolida, de manera estructural, las políticas de calidad del aire que el Ayuntamiento lleva impulsando desde 2015.
En febrero de 2017 aprobamos el plan de emergencia de la contaminación, siendo conscientes de los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente que ha cifrado en 38.500 muertes prematuras cada año en todo el estado debidas a la contaminación.
Este plan ha sido activado en cuatro años en 67 ocasiones, en las cuales ha habido que tomar 14 medidas restrictivas debido a situación dos. Como hemos dado a conocer recientemente, ha habido una caída en los niveles de contaminación por la pandemia, que desgraciadamente nos ha servido como laboratorio urbano: no se ha activado el plan de emergencia en nivel 2 desde agosto de 2019, por lo que es evidente que a menos vehículo privado circulando, mejor es el aire que respiramos.
Esta herramienta se ha demostrado útil pero ya sabíamos que era insuficiente, y lo es porque es una medida de último recurso. Solo sirve para actuar cuando el mal ya está hecho. Es como el tratamiento médico que te obliga a estar en cama y tomar medicinas. Es molesto, pero hay que hacerlo.
Y la alternativa a esas molestias ocasionales es prevenir antes que curar. Cambiar de hábitos, cuidarse más. Y eso es lo que proponemos abordar a través de este plan, cómo puede cuidarse más la ciudad, con medidas estructurales que cambien nuestros hábitos de movilidad pero también en otros, como el fomento de la eficiencia energética, que son los ámbitos sobre los que más directamente podemos incidir como Ayuntamiento. Se trata de una serie de compromisos ya sellados en el acuerdo de gobierno y a los que, desde luego, deseamos sumar al resto del Pleno Municipal y a la sociedad civil vallisoletana. Ya que no olvidemos que tanto la legislación europea como estatal nos indican el camino a seguir.
Además en el plan se desarrolla y se establece la Zona de Bajas Emisiones, conforme a las indicaciones recogidas en el Título IV relativo a la movilidad sin emisiones y transporte de la Ley de Cambio Climático, aprobada hace un mes, el 20 de mayo, que establece la necesidad de estas zonas en los municipios de más de 50.000 hab. Por tanto, hay que estar preparados y trabajar durante este mandato en este sentido. Más de 200 europeas ya las han puesto en marcha. Y en nuestro país: Madrid, Barcelona, y también avanzan trabajo en Bilbao.
Esta acción permitirá un mejor aprovechamiento del espacio público para pasear y jugar, para la cultura o para el comercio, por tanto, el propósito es múltiple.
Por tanto, Valladolid se prepara para cumplir la legislación, no nos engañemos, quien mire para otro lado llegará tarde y mal. Nos jugamos cuidar y proteger la salud de los vecinos y vecinas de Valladolid. Valladolid tras la aprobación de este plan tendrá dos años por delante para realizar los informes, memorias y ordenanza que requiere un plan de estas características. Prácticamente todas las áreas del Ayuntamiento están implicadas en el desarrollo del mismo, a través del planeamiento urbanístico, la vivienda, el ámbito comercial, el espacio público y la salud. Por tanto, estamos ante un plan de ciudad, que se alinea con el marco estratégico de la Agenda 2030 en redacción.
Presentamos el Plan de Calidad del Aire para proteger la salud de la ciudadanía de Valladolid