
Rocío Anguita advierte de que la disolución de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad sería un error histórico que hipotecará el futuro urbano y económico de Valladolid
ENLACE: Audio de Rocío Anguita
La portavoz de Valladolid Toma la Palabra en el Ayuntamiento, Rocío Anguita, ha criticado con dureza las declaraciones del alcalde tras la reunión de la Mesa del Soterramiento, en las que pedía “diálogo”, y ha recordado que Carnero lleva dos años y medio sentado en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad sin haber promovido ningún avance real.
“No sabemos a qué diálogo se refiere el alcalde. Lleva dos años y medio en la Sociedad Alta Velocidad, tiempo en el que los demás grupos hemos hecho propuestas concretas al Ayuntamiento y al Ministerio para evitar la parálisis de la ciudad. Y sin embargo, hoy estamos en un punto de bloqueo total”, ha señalado Anguita.
La portavoz de VTLP ha denunciado la inacción del alcalde que ha provocado una “parálisis total” en el desarrollo urbano y ferroviario de Valladolid, con consecuencias económicas y sociales muy graves:
“Hemos perdido más de 50 millones de euros en inversiones previstas desde otras administraciones y estamos ante una deuda que no sabemos cómo se va a pagar. Valladolid deja de avanzar, y eso es responsabilidad directa del alcalde y su equipo.”
“Hace falta honestidad y voluntad real de negociación”
Anguita ha recordado que su grupo ha presentado propuestas concretas tanto al Ayuntamiento como al Ministerio para desbloquear los pasos de Ariza y resolver los problemas de movilidad en zonas como Daniel del Olmo o Arco de Ladrillo, pero el equipo de gobierno ha desoído cualquier intento de acuerdo.
“Claro que hace falta diálogo, pero para dialogar hay que poner cosas sobre la mesa. En el último pleno ofrecimos elementos para negociar, y el alcalde sigue diciendo que no. Nunca ha negociado de buena fe”, ha afirmado.
“La situación es tan grave que este tiene que ser un punto de inflexión: el alcalde Carnero debe replantearse su posición y volver a pensar en cómo mantener viva la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y seguir adelante con la integración ferroviaria”, ha añadido.
Una disolución con consecuencias “durísimas”
Valladolid Toma la Palabra advierte de que la disolución de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad tendría consecuencias “durísimas” para el urbanismo, las finanzas municipales y el futuro de la ciudad, además de abrir un incierto proceso judicial.
“No sabemos cómo van a quedar los terrenos, ni quién tiene los derechos sobre ellos. Todo irá a un juzgado mercantil que decidirá cómo se reparten los bienes y la deuda. Es falso que esos terrenos vayan a solventar la deuda: estamos en una situación económica muy compleja para el Ayuntamiento”, ha explicado Anguita.
Además, ha recordado que la nueva Ley de Sostenibilidad Financiera, aprobada recientemente en el Congreso, limita la financiación estatal de los soterramientos al 25%, lo que hace inviable cualquier proyecto de este tipo sin una aportación masiva del Ayuntamiento y la Junta.
“¿Tiene el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta dinero para asumir el 75% de una obra que ya supera los 1.500 millones de euros? Claramente no. Bajemos a la tierra y demos soluciones reales a Valladolid”, ha subrayado la portavoz.
“Valladolid tiene ante sí la mayor oportunidad en 50 años”
Pese al contexto de bloqueo, Anguita ha insistido en que Valladolid vive una oportunidad histórica de transformación urbana y económica gracias al desarrollo ferroviario, y ha pedido al equipo de gobierno que “deje de mirar hacia atrás y se centre en aprovecharla”.
“Necesitamos una nueva estación. No se trata de gustos, se trata de futuro. Será una obra compleja y con molestias, como todas, pero nos convertiría en la tercera ciudad ferroviaria del país y abriría una ventana de oportunidades enorme para atraer empleo y empresas”, ha defendido.
“Hace 50 años la llegada de FASA fue la oportunidad que marcó el futuro de Valladolid. Hoy estamos ante un momento parecido. O caminamos hacia el futuro y nos consolidamos como nodo ferroviario o dejamos pasar la ocasión por miedo a las obras. La respuesta debería ser clara”, ha concluído Anguita.