La portavoz municipal de Valladolid Toma la Palabra, Rocío Anguita, y el también concejal Jonathan Racionero, muestran su preocupación por los retrocesos en materia de movilidad anunciados por el nuevo Gobierno municipal de PP y VOX. Asimismo, apuestan por mantener los cambios hacia una movilidad más sostenible y amable de los últimos 8 años, con la mirada puesta en la mejora de la calidad del aire para la protección de la salud, avanzando en nuevas medidas para seguir promoviendo y mejorando el transporte público y la movilidad peatonal y ciclista.
Aportaciones de VTLP contra la derogación de la Ordenanza
Según los datos facilitados por diferentes Administraciones a nivel estatal, autonómico y local, en el año 2022 la población de nuestro país y, por ende, de la ciudad de Valladolid respiró aire contaminado según los valores establecidos para los principales contaminantes (PM10, PM2,5, dióxido de nitrógeno NO2 y ozono troposférico O3). Una de cada seis personas, respira aire que incumple los valores actuales estándares legales de nuestro país. Esto supone un aumento de más de dos millones de personas con respecto al año 2021.
Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) toda la población española habría respirado aire con niveles de contaminación superiores a los recomendados.
Si se busca la principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, esta es, el tráfico motorizado. Y el contaminante que sigue presentando una mayor extensión y afección a la población es el ozono troposférico. La contaminación del aire es un asunto muy grave, que causa alrededor de 25.000 muertes prematuras anuales en el Estado español, quince veces más que los accidentes de tráfico. El dato en nuestra ciudad es de 200 muertes prematuras al año.
Las principales vías de actuación pasan, por lo tanto, por la reducción del tráfico motorizado, favoreciendo un urbanismo de proximidad y potenciando el uso del transporte público y de medios activos como la bicicleta o el tránsito peatonal.
La Ordenanza aprobada en Pleno del Ayuntamiento el día 5 de julio de 2022, acordó establecer determinados carriles-bici y carriles bus-taxi en la ciudad de Valladolid. Ordenanza que ahora se propone derogar, la cual está causando efectos positivos para nuestra salud y para nuestra ciudad. Recordar que en el año 2011 el Ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el Partido Popular, se suscribió al Pacto de Alcaldías, comprometiéndose a reducir sus emisiones de CO2 en un 20%. Claramente, esta derogación va en contra de dicho acuerdo.
Además, hay que recordar que algunas de las medidas establecidas en la ordenanza son acciones ya recogidas en instrumentos de planificación de gobiernos del Partido Popular de hace hasta 25 años. Retirar estos carriles sería un grave retroceso en términos de sostenibilidad y un desprecio hacia los compromisos internacionales asumidos por nuestra ciudad en la reducción de emisiones.
Tras años de avances, el nuevo gobierno de la ciudad parece que solo habla de la movilidad desde el punto de vista de los coches, parte minoritaria a la hora de elegir forma de desplazamiento. El transporte público ha mejorado muy notablemente su velocidad comercial, ahorrándose ahora más de un minuto y medio al atravesar la almendra central gracias a los nuevos carriles exclusivos para bus y taxi. Concretamente, son 37.000 personas diarias las que viajan en autobús, frente a 24.000 en vehículo privado.
Si hablamos de la movilidad en bicicleta, desde que se instaló el nuevo sistema de alquiler de bicicletas, en febrero de este año, su crecimiento ha sido exponencial. Por el momento las personas usurarias suscritas superan las 7.000; el número de usos que tiene Biki al mes alcanza los 38.000, mientras que los usos acumulados llegan a las 128.000 personas.
En todo el mundo, las ciudades están promoviendo la creación de infraestructuras para el transporte no motorizado, reconociendo los múltiples beneficios que esto conlleva. Valladolid ha sido y es actualmente un ejemplo en este sentido, con la implementación de una red de carriles bici que ha sido ampliamente elogiada. Tomar la decisión de derogar esta Ordenanza basándose únicamente en motivos populistas es irresponsable y cortoplacista.
La Unión Europea destina importantes fondos para el desarrollo urbano sostenible. Muchas de estas inversiones están condicionadas a la promoción de la movilidad no motorizada. Al eliminar carriles bici, estaríamos incumpliendo los requisitos y criterios de elegibilidad para acceder a estos fondos. Valladolid, durante años, ha sido consciente de los retos globales que estamos abordando con el resto de países de nuestro entorno, apostando por las políticas de movilidad y medioambientales al igual que el resto de Europa. Nuestra ciudad está siendo punta de lanza, y no es de recibo pretender frenarlo, perdiendo, además, la posibilidad de acceder a las ayudas europeas correspondientes.
No olvidemos que, Valladolid es una de las ciudades comprometidas con el objetivo de descarbonización 2030 del que sólo forman parte 7 ciudades españolas, en un club europeo de 100 ciudades. Cualquier medida que se adopte en este ámbito puede provocar, por un lado, la devolución de dinero conseguido de los Fondos Europeos del Plan de Recuperación y, por otro, la pérdida de oportunidad de captación de nuevos fondos.
Hay que tomar decisiones para seguir mejorando nuestra ciudad, ponerlo fácil para dejar el coche en casa cuando no sea imprescindible y que van a mejorar nuestra calidad de vida, nuestros espacios públicos, van a reducir el ruido y la contaminación y, por tanto, van a mejorar nuestra salud y el de nuestra ciudad.